jueves, 31 de enero de 2019

UN POCO DE HISTORIA. SOBRE EL PARTIDO JUDICIAL DE VILLANUEVA DE LOS INFANTES. 1867.



Una siente la inquietud permanente por viajar, por no dejar de hacerlo nunca. Y mientras tanto esa inquietud acaba solapándose con ese otro trasiego por cuadernos y libros que conviven conmigo, que me acompañan en las horas donde siestea el desánimo y que me ayudan a mantener la ilusión por lo que he visto, por lo que seguiré viendo y permiten que rescate entre miles de fotografías aquellas que nunca puse, que se quedaron esperando su entrada, agazapadas entre los umbrales de la memoria, aquellas que igualmente son meritorias a pesar de su descenso al infierno del olvido. He tratado de recuperar su memoria, aunque no siempre en lo aquí escrito se refleje, a través de sus moradores, muchos ya fallecidos, pero que dejaron un legado inmenso en sus descendientes que germinó tomando forma con la sola mención de la palabra tradición. Siempre habrá quien esté dispuesto a contarnos cómo fue la vida en aquellas cortijadas, molinos, caseríos o en estos mismos pueblos cuando en las escuelas, por ejemplo, ni se cabía. Las personas se marchan, acaban partiendo de su tierra, las casas se cierran, los campos dejan de cultivarse...Pero quedan los caminos y sobre todo las piedras, que inquietan con ese eterno aspecto de ser ancianas desangeladas que solo piden que no se mire hacia otro lado.
Continúo en el Campo de Montiel orillándome en la brecha que recupera el pasado, con los textos que otros escribieron y que siento que debo una y otra vez releer.





En el año 1867 se publica la segunda edición de "Crónica de la provincia de Ciudad Real" por Don José de Hosta.
Os traigo hasta aquí el capítulo XXIV que trata sobre el partido judicial de Villanueva de los Infantes. 
"Este partido, que es de ascenso, tiene trece villas, un lugar, dos aldeas y ciento treinta y cinco sitios, habitados entre caseríos, molinos, que con catorce ayuntamientos y una población de veinticuatro mil seiscientos setenta habitantes, doce mil trescientos setenta varones y doce mil trescientas hembras, y ocupando una superficie de 2,493 kilómetros cuadrados, tiene 9,90 habitantes por kilómetro. Está situado a la parte oriental de la provincia; reinan en él los vientos E. y N., está sujeto a intermitentes y pulmonías, y su clima es estremado tanto en invierno como en verano. Confina al N. con el partido de Alcázar de San Juan, al E. con la provincia de Albacete, al S. con la de Jaén y al O. con el partido de Manzanares, estendiéndose once leguas de N. a S., desde el término de Argamasilla de Alba hasta el río Guadalmena, y algo mas de E. á O., desde el confín de Villanueva de la Fuente al de Manzanares.




Sus montañas, que son pequeñas, empiezan por Villanueva de la Fuente, bajando a las lagunas de Ruidera, donde hay algunos cerros, especialmente en la cabeza de la laguna Lengua, dando vuelta por la izquierda al término de Alhambra, en donde está la sierra de este nombre, la cual se divisa desde muy lejos, y es muy notable en medio de las llanuras de la Mancha, pues tiene una legua y cuarto de largo de E. á O. hasta el punto llamado de Vallehermoso, otra desde este punto á San Carlos del Valle, y lo mismo á los cerros del Peral, término de Valdepeñas, resultando una estensión de mas de cuatro leguas, por un cuarto de legua, poco mas, de ancho: 













su arbolado es de maraña, chaparros, jaras, y otras malezas en los lados de NE. y O., pues al S. se halla cubierta de riscos: lo siguiente de esta sierra desde el término de San Cárlos del Valle hasta su conclusion, la falda N. pertenece á Membrilla y la del S. á Alhambra, habiendo en ambas tierras de labor de particulares y sitios buenos para olivos y viñedos. 




A una legua al O. de Cozar está el famoso cerro de la Cabeza del Buey, solo, sin ramificación de otros, con 2,800 varas de altura y poco declive, abundante en chaparros, lentiscos y cantueso, pero sin un palmo de terreno para labor. 





En el camino de Villamanrique al Castelar de Santiago, hay dos cerritos pelados, llamados las Dos Hermanas, porque sus faldas están casi juntas: la sierra de Villamanrique, al N. de la cual está esta villa, es otro cerro de media legua de largo con 1,670 varas de declive al N. y 2,880 al S., en la cual, que es el principio de Sierra-Morena, estuvo la ermita de San Cristóbal, desde cuyo punto se divisa mucha parte de los reinos de Jaen y Córdoba. 




Todos estos cerros forman cañadas mas ó menos grandes, en las cuales hay buenos pastos, muy estimados para el ganado mular y yeguar, particularmente en las caidas de los ríos.












Bañan este partido el Azuel, formado de tres brazos, como hemos ya dicho al hablar de este río, procedentes de los pueblos de Carrizosa, Cañamares, Villahermosa y Fuenllana, pasando al partido de Manzanares por el puerto de Vallehermoso: el Jabalon, que baña los términos de Montiel, Infantes y Alcubillas, entrando en el de Valdepeñas: el Guadalem, que corre entre Almedina y Santa Cruz de los Cáñamos, el cual, despues de lamer las murallas del Castillo de Montizon, pasa á la provincia de Jaen: el Guadalmena, que viniendo de la de Albacete se dirige hasta frente de Albaladejo, pasando inmediatamente á la de Jaen, y diferentes arroyos afluentes á ellos. 




Tiene muchas fuentes de excelentes aguas dulces y minerales, entre las cuales deben contarse las de Meraleja y Peñasco en Infantes, la muy abundante de Villanueva de la Fuente, el Pilar de Santa Cruz de los Cáñamos y los baños de Albaladejo. 











El terreno es generalmente bueno, para trigo en Infantes, Montiel, Torre de Juan Abad, Puebla del Príncipe, Almedina y Villamanrique, el cual se esporta á Valencia; en algunos pueblos se recoge también aceite, vino, garbanzos y otras legumbres, abundando todo el partido de excelentes pastos, y de buena pesca el Guadalem y el Guadalmena. 




Sus caminos vecinales son buenos para carros, encontrándose en ellos posadas, más o menos cómodas, para descanso de los viajeros.








Finalmente, existen en él los antiguos Castillos de Montizon, Torres de Joray y Torre de la Higuera, cerca de Villamanrique, la Estrella en Montiel, y los de Albaladejo, Terrinches y Puebla del Príncipe, los cuales se comunican con los de Peñarroya y Alhambra.
Los pueblos de este partido, con los de la Ossa de Montiel, Castelar de Santiago, Torrenueva, Solana, San Cárlos del Valle, Beas de Segura y Chiclana, componían la antigua comunidad de pastos del Campo de Montiel, disuelta en 1835.
Los pueblos que forman este partido, son:




Villanueva de los Infantes. Villa que, con catorce habitantes en varios caseríos, diez y siete en huertas, cinco en molinos y uno en la ermita de la Antigua, tiene seis mil doscientas veinticinco almas.




Albaladejo. Villa que, con los tres habitantes del molino de Montalvan, tiene mil cuatrocientas diez y seis almas.




Alcubillas. Villa con quinientas setenta y cuatro.




Alhambra. Villa que, con cincuenta y siete habitantes del caserío La Cabeza, ciento cinco que moran en casas diseminadas en el término, ciento setenta y tres en siete caseríos y cincuenta y cuatro molinos, tiene mil doscientas cuarenta y siete almas.




Almedina. Villa que, con cuatro habitantes del caserío Guedea, tiene quinientos ocho.




Carrizosa. Villa con ochocientos veinticuatro.




Cozar. Villa con mil doscientos sesenta y nueve.




Fuenllana. Villa que, con cuarenta habitantes en dos caseríos, tiene trescientos noventa y cuatro.



















Montiel. Villa que, inclusos ciento cincuenta y nueve habitantes en diferentes caseríos y sesenta y tres molinos, tiene mil ciento setenta y dos almas.




Puebla del Príncipe. Villa que, con seis habitantes de la venta del Ojuelo, tiene setecientos cuatro.




Santa Cruz de los Cáñamos. Lugar con cuatrocientas setenta y nueve almas.




Terrinches. Villa con novecientas noventa y nueve.




Torre de Juan Abad. Villa que, con veinte y dos habitantes que hay en ciertos caseríos y doce en molinos, tiene mil seiscientas cincuenta y seis almas.




Villahermosa. Villa que, con cuarenta habitantes de la aldea Cañamares, ciento doce de varios caseríos y nueve de la huerta de Peranguí, tiene tres mil quinientas ochenta y nueve almas.







Villamanrique. Villa que, inclusos seis habitantes de dos caseríos, ocho de la Venta Nueva y cuarenta de diferentes caseríos, tiene mil trescientas treinta y nueve almas.




Villanueva de la Fuente. Villa que, con cincuenta habitantes de una aldea, tiene dos mil doscientas ochenta almas"




Enero 2019 y algunos meses y algunos años más.

Esta entrada bien podría haberse titulado: "Fotografías en busca de un autor"

Dedicado a aquellos que levantaron de la nada toda esta arquitectura e hicieron posible que la piedra quiera ser inmortal.





8 comentarios:

  1. Cualquier hora es buena para dejar que la Historia nos atrape y más si viene acompañada de unas imágenes hermosas que plasman a la perfección lo que ésta nos dice. Nuevamente nos sorprendes a los que te seguimos dándonos unas pinceladas de lo que fue el partido judicial de Villanueva de los Infantes. Sus pueblos, sus molinos, sus tierras, sus habitantes y sus piedras nos informan y nos subyugan, nos adentran en la historia y nos explican que el tiempo es el dueño y señor y que confabulado con las gentes que van poblando los pueblos, configuran el legado histórico de los mismos. También los edificios y las piedras que los conforman nos suministran la información con la que podemos entender las distintas épocas pasadas y presentes. Y son los autores como en este caso, don José de Hosta en su "Crónica de la provincia de Ciudad Real", los que nos la transmiten de generación en generación. Tu con este blog y con tus excelentes entradas renuevas la historia y aportas una sensibilidad especial a los datos unificando la historia con la poesía y haciéndonos partícipes también a través de tus fotografías de unos recorridos no exentos de belleza. Rosa, enhorabuena por esta nueva entrada que se adentra por los recovecos del pasado y por tu blog en general, que como las piedras, perdurará por siempre en el tiempo.

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    1. El hecho de hacer esta entrada fue mostrar algunos de estos cortijos y molinos que probablemente bullían de niños en tiempos pasados, algunos de ellos serán los que cita Hosta. Esta entrada era para ellos, algunos sin nombre, todos muy hermosos a pesar de la ruina evidente. La historia es la única que puede aportarnos veracidad y por encima de todo esa memoria particular de aquellos que aún viven y que pueden remontar el vuelo hacia sus antepasados. Muchas gracias por tu enorme comentario.

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  2. Rosa enhorabuena por otra bonita entrada en este caso de nuestras raíces de Castilla la Mancha, cuando la estaba leyendo y a la vez viendo las fotos de todas las joyas que tenemos, me pasaba por mi cabeza como todos estos monumentos históricos como algunos son, pueden dejarlos perder que son de tantos siglos como por ejemplo elcastillo de montizon, pero luego yo misma digo esas cortijadas y los pueblo medio vacío, cuando pasen unos años por aquí nuestros pueblo van a estar igual en fin volviendo a la entrada preciosa geográfia histórica un abrazo.

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    1. Lo cierto es que sí que hay recesión en la población pero de ahí a que se queden medio vacíos creo que no ocurrirá. Por ejemplo, Cañamares ya apareció en distintos documentos como despoblado y sin embargo algunas casas ya tienen quien las mime. Las viviendas derruidas que ves en Montizón llevan muchos años así, recordarás que vivieron familias en el castillo. Creo que tal y como está ahora nunca desaparecerá, es una de las visitas más que recomendables para un fin de semana. Muchas gracias, un abrazo.

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  3. Es tal la calidez y llaneza de las fotografías, ¡¡¡qué son sencillamente geniales!!!

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    1. Las fotografías son la realidad, también, algo que no muestro, el discurrir por su interior es lo que más me llena de tristeza. Muchas gracias.

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  4. Buen trabajo de investigación, y como siempre,estupendas fotografías que ilustran, de alguna manera, la decadencia de una bonita zona,que se nos va apagando poco a poco,como la llama de un candil,al cual,nadie vio la necesidad de echarle aceite.
    El otro dia,me llegó al correo el índice de población de la zona,desde el año 1900 al 2018 y me dió mucha pena ver en cifras esa fatídica curva, que nos está llevando a un nivel de despoblación, que de seguir así, pronto será insoportable.
    Desde los datos que manejas hasta hoy, han pasado muchos años. ¿Que hemos hecho mal, cuatro generaciones, para no ser capaces de fijar un nivel de población sostenible, en una zona que sin ser rica, si tiene recursos para albergar ese nivel de población?
    No quiero ser trágica, porque no es mi forma de ver la vida,ni quiero apagar ese brillo que has dado a tu entrada con tan bonitos paisajes, pero, nunca me he sentido tan sensible ante esta realidad, y tenia que decirlo.

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    1. No hemos hecho nada mal, seguimos viviendo en nuestros pueblos. Poco a poco irán volviendo las miradas hacia este campo que agoniza en edificios que reclaman reparación, pero que resurge porque aún hay gente que quiere labrarse un futuro y comprende que trabajar la tierra no es tan duro como le resultó a nuestros abuelos. Y si ellos pudieron sacar familias adelante, ahora también sería posible, pero comprende que la solución no esté en tener más hijos sino en ofrecer más facilidades. Solo quería dar un toque de atención hacia esos pilares que fueron los molinos, caseríos, cortijos...y me apena verlos como se hunden si tan siquiera aún ni he averiguado su nombre. Muchas gracias por tu gran comentario. Un abrazo.

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