martes, 19 de noviembre de 2019

LOS CAMINOS QUE CONDUCEN A SAN PANTALEÓN DE LOSA. VALLE DE LOSA. BURGOS.




Allá por el año 2005 cayó en mis manos el libro "Guía de la España mágica" de Juan G. Atienza, y ese fue el detonante para iniciar una serie de viajes cuya premisa era conocer el camino en su doble significado. 
Viajar, con la torpeza de un niño, con la osadía de un joven, con la perspectiva de un adulto. El máximo aliciente es siempre qué nos deparará el camino. Y aprender a desligar el externo del interno, porque las piedras nos hablan, nos sugieren, nos ofrecen sus incógnitas refugiadas en esa suerte de arte que comenzó allá por el siglo XI. Es en el románico donde se manifiestan en todo su esplendor los simbolismos que descuellan en sus piedras talladas. Gremios de artesanos con un lenguaje común y en continuo enriquecimiento, escritores de cincel y doctrinas, dejarán sus enseñanzas dibujadas, esculpidas en el templo que hoy vemos. Démonos la oportunidad de contemplar este maravilloso arte que precisa más atención que cualquier otro.
Nos encontramos frente a la ermita que, unida a la Peña Colorada,  parece un gran barco que ha encallado en tierra. Esa es la premisa que nos marca el inicio de esta historia.



"Pero, sin lugar a dudas, es la ermita de San Pantaleón, la más significativa de estos contornos, la que con mayor cuidado merece ser estudiada. Se encuentra en lo más alto de un rocallón que parece que va a desprenderse sobre el pueblo chiquito y desamparado. Dándole la vuelta a esa enorme proa y subiendo la pendiente, nos tropezamos con un templo de verdad insólito..."

Juan G. Atienza.



Nunca dejemos de leer...Antes de entrar, hay que conocer.




Un gran barco encallado en las costas de Losa.



Pero vayamos por partes, mejor, por caminos. Este PR-BU 62, llamado Sendero del Valle de Losa, de 16.5 km. y de unas 5 horas de duración, circular, nos permite visitar: la cercana poblacíon de Río de Losa, la ermita de San Antonio de Padua, la lobera del Toyo, cruzar el río Jerea, ver la fuente Camoro, pasear por el límite con el valle de Valdegobía ya en Álava...
Y tiene conexión con el GR 1.




El monte es la Peña Colorada, también llamada del Santo.



A callejear voy, en el más absoluto de los silencios.



A esparcir miradas hacia el paisaje.



A maquinar paralelismos con otros lugares ya vistos.



Al frente, los barrios de la Venta y de la Tejera.



La pequeña iglesia del pueblo, Santa María. Se puede observar cómo se adapta al terreno.



En la Edad de Hierro ya hubo un castro, ocupado también durante la romanización.
Cuando los enclaves son reiteradamente habitados...
Miro a mi alrededor y me pregunto por las cuevas, por las profundidades de esa peña donde se funden ermita y misterio.




Se construye en 1.820. La pila bautismal de San Pantaleón se traslada hasta aquí y pasa a ser la parroquia.



"L. en la provincia, dióc., audiencia terr. y ciudad g. de Burgos (47 leg.), partido jud. de Villarcayo (5), y ayuntamiento titulado de la Junta de Barrio de Losa (4/4?). SIT.: en un valle próximo á un formidable peñasco y al río Gerea. El CLIMA aunque frío es sano, y reinan con especialidad los vientos N. y O. Tiene 24 CASAS; una fuente, de cuyas aguas se proveen los vecinos para sus necesidades; 1 iglesia parr. (Sta. María), servida por 1 cura párroco y 1 sacristán; 1 cementerio y 1 ermita (S. Pantaleón), colocada en la cúspide del mencionado peñasco, la cual sirvió en otro tiempo de parr. y ademas se sabe por tradición, fue en lo antiguo convento de templarios. El término confina N. Río de Losa; E. el valle de Valderejo; S. Quintanilla, y O. Perex y Castriciones. Su TERRENO aunque secano es de mediana calidad y corre por él el mencionado río que nace en el valle de Reboso é inmediaciones de la peña de Ángulo, el cual después de bañar diferentes pueblos por derecha é izquierda, va á desembocar en el Ebro en jurisd. de Palazuelos. En dicho terreno hay varias canteras de cal y un monte poblado de robles y algunas encinas, que lo disfrutan en común los pueblos de Rio-Quintanilla, valle de Valderejo (provincia de Álava), y el que se describe. CAMINOS, hay 4 en mediano estado que dirige de Bilbao á Madrid. La CORRESPONDENCIA se recibe de la cap. del partido. PROD.: trigo, cebada, avena, yeros y legumbres; cria ganado yeguar, vacuno, lanar, cabrío y de cerda; caza de perdices, sordas, codornices, liebres, lobos y jabalíes, y pesca de barbos y abundantes truchas asalmonadas y muy esquisitas. IND.: la agrícola. POBL.: 14 vecinos, 52 almas. Cap. Prod.: 133,400 reales, IMP.: 2,841"

Madoz

En 2018 contaba con 6 habitantes.


Juan Ignacio Cuesta Millán dice de la ermita que es un axis mundi, según la concepción cosmológica medieval que atribuía a algunos lugares ser puertas entre mundos.



Viene desde Álava pasando por el Puerto de la Horca, llega a Río de Losa, se planta en San Pantaleón y continúa hacia Perex, es el GR 1 o Sendero Histórico de las Merindades.



Mi intención es dar la vuelta a la peña.



Este es el camino que conduce a Río de Losa, retrocedo para no incomodar al rebaño.



Inicio la senda que conduce a la ermita.



Lo que nos hace iguales es el camino, recorremos el mismo, con inquietudes distintas, ¿qué buscamos? Lo que nos emociona.



El GR-85 en su etapa 3 de Quincoces de Yuso a Quintanilla Montecabezas, de 24 km. y unas 7 horas, pasa también por San Pantaleón.



Intentando recuperar la memoria y ya que continúo con esta entrada una serie de viajes por Las Merindades de Burgos, lo primero sería explicar lo que significan. En el siglo XII, en los reinos de Castilla, Aragón y Navarra se produce la división de territorios a cargo de un merino, es decir, un representante del rey con poder administrativo y judicial.



En Burgos una veintena de municipios forman las distintas merindades.
La que nos ocupa ahora es la de Valle de Losa. 
Son casi 30 núcleos de población y la capitalidad en Quincoces de Yuso. Solo unos 498 vecinos viven en este valle.
Jerea es su río principal que nace en la sierra Salvada.
Coexisten vestigios de calzadas romanas, grutas subterráneas, castros prerromanos y de entre todas las joyas...




...San Pantaleón. 
¿Quién fue este santo?
Estamos a finales del siglo III, nuestro protagonista es un médico turco del emperador Galerio Maximiano. Abandona la medicina tradicional por la mágica. Su milagro más sonado es la curación de un paralítico. Perseguido por Diocleciano en el 303 y denunciado por sus propios colegas por no cobrar por su trabajo, es condenado por no renegar de su fe, siendo martirizado de diversas formas: plomo fundido, ahogamiento en el mar, torturado en la rueda y en el potro, arrojado a las fieras , atravesado por una espada y finalmente decapitado. Cuenta la tradición que su sangre fue recogida por sus fieles y repartida en algunos frascos.
Parece ser que el 27 de julio, día de su festividad, se congregaban miles de fieles en esta ermita para ser testigos de la licuación de su sangre. Pero no hay constancia escrita de que esto sucediera así.
Hasta que el frasco que contiene su sangre llega al convento de la Encarnación de Madrid. Y es allí, cuando unas horas antes del día 27 se empieza a licuar el contenido, que durante todo el año es sólido, y permanece de esta forma durante 48 horas.




Leo en el cartel:
"Condicionada por el pronunciado desnivel del terreno, la fábrica de esta iglesia presenta varias peculiaridades como su nave rectangular en la que predomina la verticalidad y que contrasta con la poca altura del ábside, y el escalonamiento existente entre la nave y el presbiterio. La ampliación del templo, realizada en el siglo XVI en un estilo ecléctico en el que a la traza renacentista se le añaden elementos góticos, hubo de hacerse en un lateral creando un espacio curioso y extraño..."




Como todo caminante que llega hasta aquí, hagamos una parada, dejémonos llevar por su influjo.
¿Qué observamos?
Lo más llamativo, la asimetría, faltaría a la derecha otra escultura.
Pero empecemos repasando los elementos de una portada románica.
El arco ligeramente apuntado, por encima las arquivoltas, es decir ,las molduras que decoran la parte frontal de un arco.
Esas arquivoltas son cuatro, veamos, la primera es de baquetón, moldura cilíndrica gruesa. La segunda es un  baquetón más ancho por donde asoman cabezas y piernas de personajes que pudieran ser cautivos emparedados, otro enigma más. La tercera es de taqueado jaqués (como un tablero de ajedrez) y la más externa, cabezas de clavo.
Detengámonos ahora en la imposta, (fila de sillares sobre las que se asienta un arco), de nuevo hay asimetría entre ambos lados.
Los capiteles donde se condensan los mensajes que encierra cada templo, dualidades o varias interpretaciones, siempre motivos de controversia que no hacen más que enriquecer ese vasto diccionario en piedra que nos legaron los artistas del románico.




Veamos:
"...Su portada está presidida, en su lado izquierdo, por un atlante monumental que parece soportar sobre sus espaldas el peso de todo el templo..."
Lo primero que intuimos es que esta figura quizás proceda de otro templo, y que a su derecha faltaría su pareja. Además vemos una columna en forma de zigzag, que se cree que representa o un rayo o la serpiente del Génesis. 
Aquí de nuevo surgen varias interpretaciones, que si la escultura es un atlante, Sansón, Hércules, Adán, Noé o quizás San Pantaleón. Así se hace mucho más complicado averiguar qué hubo a su derecha.
Detengámonos un poco más en el supuesto atlante y en lo que lleva encima:"...un grupo escultórico, aunque muy mutilado, también representa a un personaje con faldellín y torso desnudo, luchando contra un león. Junto a esta imagen aparece la de un animal muy deteriorado, al que han identificado con la loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo"

Enciclopedia del románico de Castilla y León.

Recordemos, tras leer esto, que Sansón luchó contra un león. Y que Hércules estranguló al león de Nemea con sus manos. Y que San Pantaleón fue arrojado a las fieras. 




La ventana de la fachada occidental muestra unos capiteles con motivos vegetales a la izquierda, pero la simbología se encuentra a la derecha:"...el más interno representa una cara humana con barba y abundante pelo (mascarón); el del centro, también exhibe motivos vegetales; el más externo representa inequívocamente el pecado original, donde se aprecia al ingenuo de Adán, con su mano derecha en el cuello, como arrepintiéndose por morder del fruto prohibido, y a su querida esposa, Eva, con su mano derecha sobre la vulva. Además, a la izquierda de Adán aparece un rostro con ojos saltones, nariz recta, y mostrando una desproporcionada lengua...podríamos aventurar que el escultor decidió sustituir a la serpiente por este grotesco personaje..."

Félix Martín.



Y el camposanto, donde anidan poemas junto a sus cuidados muros, por ser lugar que intercambia impresiones.
"...Y ahora, ya ves, todo queda enterrado bajo la inanidad de los olvidos
como el amor, ¿recuerdas?,
ese veneno de los eternos sueños que ponía humana levedad en tu mirada
y que, mirando al cielo de tu alma recitabas:
"No creo en el amor y estoy amando"
siempre con una voz enamorada:
...y el cielo es un rumor de campanario..."

Ángel de Miguel Gobantes.
(Crónica de los intentos eternos. En memoria de su amigo Bernardo Cuesta Beltrán).




"...Sobre el atlante y al otro lado de la puerta, los capiteles nos muestran figuras noéticas y barcas de salvación, así como un extraño ser que parece querer salir de una caldera, de clara reminiscencia céltica.
La caldera de Dagda es uno de los elementos prodigiosos que, en las leyendas míticas celtas de Irlanda, entregó el dios Lug a sus protegidos los Tuatha-de-Danán. La caldera, según cuenta el poema Leabhar Gabhala, contenía un líquido milagroso que, convenientemente destilado, devolvía la vida a los muertos. Luego, esta caldera fue tratada de forma simbólica por los alquimistas y puede considerarse que, en muchos aspectos, es un equivalente del atanor donde se destilaría el Elixir. El hecho de que este elemento simbólico aparezca precisamente en un templo dedicado a un santo con cualidades curativas y que, además, obre el milagro de la sangre anualmente licuada es ya, de por sí, un indicio claro del trasfondo hermético que existe en torno a su culto y, por supuesto, del culto que se le rindió en su día en este templo solitario del valle de Losa.
Las figuras esotéricas siguen surgiendo mientras damos la vuelta a la pequeña capilla. En los capiteles veremos cabezas de dragones que vomitan columnas, máscaras hieráticas y unos extraños seres que parecen integrados en la piedra, de la que no asoman más que sus rostros y sus piernas..."

Juan García Atienza.



Ahora es cuando entro por ese camino interior que primero me ha detenido en la portada como una premisa, luego ya dentro, la vista se dirige hacia la parte más antigua de la ermita, la románica.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén o de Malta fue la dueña de este hermoso templo.



En el románico se esculpían figuras del bestiario medieval, que era un extenso catálogo, con carácter moralizante, en el que aparecían , además de plantas y animales, seres mitológicos como grifos, sirenas, centauros...Cada uno de ellos tenía un significado positivo o negativo, o ambos, no olvidemos la dualidad presente en la religión.




San Pantaleón forma parte de esa leyenda que arrastra consigo el Santo Grial. Las toponimias de la zona son las culpables de ir dejando indicios hacia ese enigma que lleva siglos haciéndonos preguntas. La Sierra Salvada, la Sierra de la Magdalena, los pueblos de Criales, Vallejo de Mena con su iglesia de San Lorenzo, Siones con su Santa María...Y la presencia de las órdenes religiosas: templarios y sanjuanistas...




"El obispo de Burgos García consagró esta basílica en el primer año de su pontificado, a tres días de las calendas de marzo de la era 1245" (27 de febrero del año 1207).
Una pequeña ermita que acabó siendo basílica. Es decir, un centro importante de devoción hacia un santo.



En el capitel interno de la derecha vemos un niño que es mordido por un reptil, uno de los milagros que hizo San Pantaleón, resucitar al pequeño.



Los fustes de estas columnas son desiguales, como los capiteles, de nuevo cabezas. La de la derecha, está sacando la lengua probablemente al monstruo de enfrente.



De nuevo, en el de la izquierda, un ser monstruoso.
Recordemos que los maestros canteros debían hacer un templo con las indicaciones de la iglesia pero que también dejaban mensajes secretos que solo unos pocos alcanzarían a interpretar.
El fiel que acudía a la ermita debía sentir respeto pero también miedo, esa era la función didáctica perseguida.




"...¿Qué significa este gato? Según la guía que nos atendió..., representaría algo maligno, quizá el pecado, maniatado y controlado dentro de la iglesia, pero desbocado fuera de la misma"

Félix Martín.



Sigo asombrándome y en el capitel de la izquierda: "...una serpiente mordiendo por el torso a un hombre, que tiene en la cabeza un gorro alto de forma cónica con su punta retorcida (gorro frigio) y extiende sus brazos, a su lado, a la izquierda aparece un personaje con barba y traje talar..."
Félix Martín.

De nuevo el mismo motivo pero con algunas diferencias, este capitel parece más elaborado.




Aquí observamos la ampliación gótica.



Epigrafías, más preguntas sin resolver.



Restos de pinturas



Bajo el baldaquino,especie de templete con cuatro columnas, vemos un sarcófago románico.



¿De quién fue esta tumba?



Durante unos instantes, se me hicieron cortos, me quedé a solas en el templo. Momentos en los que reflexionas y entiendes que nunca será posible arrancar de este lugar los secretos que dejaron en él.
No solo estuvo dedicado a San Pantaleón, también a San Pedro.




A mí se me hace que este tránsito de lo gótico a lo románico o viceversa tiene que tener algo de iniciación, conjeturas mías.



Puede parecer que hoy el camino seguido es demasiado corto, discutible y aceptable, y sin embargo no es así, lo contemplé entonces con la intensidad que te conceden las piedras, con esas paradas obligatorias a modo de estaciones de penitencia que te silencian los pasos hasta dejarte clavada al suelo. Sin apenas caminar se puede llegar también muy lejos.
Cada puerta que se te muestre abierta, como ésta, traspásala, no lo dudes. Trasladarse en el tiempo solo es posible en lugares como éste. Pasar de largo sin detenerse, sin intentar escuchar la sabiduría que dejaron aquí grabada a cincel en la piedra, es como perderse algo trascendente. Me pregunto si estas piedras-libros-mensajes, bibliotecas de sabiduría, los llegaremos a comprender alguna vez. 




No termina aquí el camino, es necesario rodear este edificio hecho para el conocimiento.



Detengámonos en las ventanas:
"...En el capitel más interno del lado izquierdo, se vuelve a ver la imagen del glouton (cabeza monstruosa que engulle una columna)...La arquivolta interior tiene en su clave una cabeza de felino"

Félix Martín.



En la ventana del muro meridional del presbiterio, en los capiteles de la izquierda, el más externo muestra otro gloutón, el siguiente es un hombre que saca la lengua,los demás son de motivos vegetales. Y la arquivolta interior nos enseña 5 cabezas humanas, de rostros serenos.




Desde aquí podéis observar cómo era el templo primitivo.
En excavaciones hechas por el CSIC se obtuvieron restos de época romana tardía o paleocristiana.



"...la ventana situada en la porción meridional del ábside. Es más sencilla, pues solo tiene una columna a cada lado, la de la izquierda tiene un fuste liso, mientras que la de la derecha exhibe un fuste adornado con flores de cuatro pétalos que se entrelazan formado una red, sobre el que se apoya un capitel que parece representar a un águila con las alas desplegadas, aunque su cabeza está muy erosionada, casi mutilada. El capitel del lado izquierdo permite ver a un personaje sentado,cubierto por un vestido talar"

Félix Martín.



En esta ventana, del ábside posterior,  podemos apreciar que faltan cuatro fustes o columnas y dos capiteles. En las dos arquivoltas externas, de nuevo vemos humanos encerrados, como en la portada, ingreso y salida, bien podría ser.
En el capitel izquierdo, dos leones que se entrecruzan, pero quizás lo que más llame la atención sea:
"...hay una figura absolutamente simbólica, que representa una cabeza enseñando las palmas de las manos y con la boca tapada.
El simbolismo de las manos y de la boca pueden llevarnos, al menos, a reconocer como indudable el sentido hermético de toda la construcción de Losa. Las manos abiertas, enseñando el dorso, son, lo mismo que en las representaciones prehistóricas de las cavernas santuario, una señal operativa, de acción efectiva del iniciado. Pero la boca tapada nos indica igualmente que ese iniciado ha de guardar un secreto y que, todo lo más, puede indicarnos con su actitud que existe, para que nosotros tengamos la oportunidad de descubrirlo..."

Juan G. Atienza.




Una ventana mutilada...



Sigo ascendiendo en este camino que comencé con demasiadas incógnitas y en el cual solo me queda retirarme para contemplar esta enigmática obra, resultado de siglos de creencias religiosas que son tan necesarias para mantener la fé.



Si el río Jerea pudiese hablar...



Tres barrios tiene este pueblo, al frente, el de la Venta.



A la derecha iríamos hacia Castriciones, Criales...pero también, a la izquierda, hacia Valdegovía, ya en Álava.



Parece ser que en esta peña existió una torre defensiva, una atalaya natural, un fortín medieval.



Me siento justo aquí, donde litigian los extremos, donde se pierde el cansancio.



Toca regresar, en el camino habré conocido a personas con idénticas inquietudes que las mías. Desde luego algo ocurre allí arriba que acabas bajándotelo, una parte, como si hubieses hecho un peregrinaje interior, corto pero intenso.



San Pantaleón permanecerá ahí imperturbable, sin concedernos todas las respuestas.


Septiembre 2018.


Imprescindibles:
-Asociación de Amigos de San Pantaleón de Losa.
-"Ermita de San Pantaleón de Losa. La realidad supera a la leyenda"  de Félix Martín Santos.

-Visitas guiadas los sábados de 11 a 14 h. No os marchéis sin ver la ermita por dentro, sin escuchar a la guía que tanto os motivará.



6 comentarios:

  1. Bonita entrada y una historia muy bonita de San Pantaleón, era médico de la sangre,fenomenal ya sabemos otro poquito más, así me gusta que sigas con tus entradas preciosa y nosotros vamos sabiendo y aprendiendo más rincones un abrazo Rosa.

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    1. No suelo indagar en la vida de los santos cuando cito una iglesia pero aquí era irremediable y creo que a partir de ahora lo haré pues es un dato importante. Como sé que el tema te interesa, hay un libro, magnífico referente, "La leyenda Áurea" que se escribió en el siglo XIII. Además, una curiosidad, no solo San Pantaleón se libró de morir bajo las fauces de un león, también San Mamés, Santa Martina y un largo etcétera de santos.
      La ermita sigue siendo un enigma, esa es la gran historia. Muchas gracias, un abrazo.

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  2. Nunca sabremos lo que la lectura de un libro puede aportar a nuestras vidas y lo que puede influir en ellas, en tu caso, te llevó a una suerte de aventuras que has vivido, y vivirás, y que de una forma enormemente enriquecedora, has transmitido a todo el que ha entrado y entrará en el futuro,en este tu manual de geografía, de botánica, de arquitectura y de humanidad, llamado blogg.
    Tenemos que agradecer a Juan G.Atienza que te incitara a perseguir nubes, a escudriñar lugares imposibles, a interpretar iglesias derruidas, a fotografiar lavaderos que solo existen en la memoria de la gente de otra época, tenemos que agradecerle, que escribiera para la eternidad, porque su legado y el tuyo,traspasaran los muros del tiempo.
    No dejes que se pierda esa riqueza que guarda tu cámara, tus conocimientos y tu sensibilidad. Sigue con nosotros.

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    1. Qué bonito lo que escribes. No tendrían sentido algunas locuras que hacemos si se perdiesen en el tiempo por no haber dejado constancia. La tradición oral, el placer de leer un libro, un paseo diario, la inquietud que late dentro de nosotros, una cámara como testigo de lo que vemos, un rato de compañía o muchos ratos de esos en los que nos detenemos a escuchar. Soy, siempre lo digo, una nostálgica caminante, sin pretensiones, solo empecé con esto por aceptar un consejo, no me arrepiento, mientras a alguien le ayude a ir tras un sueño, porque eso es lo que subyace en cada viaje, perseguir sueños para mantenernos despiertos. Muchas gracias, un abrazo.

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  3. Subidos en un barco encallado ponemos en marcha nuestra imaginación para hacer un recorrido magistral por mares imaginarios poblados de misterios y de enigmas presentes y nunca resueltos del todo. La fascinación de esta entrada se centra especialmente en la ermita de San Pantaleón y en la impagable lección de románico que nos regala y nos regalas. Fastuosa en su originalidad, insondable en todos los enigmas que encierra, la ermita se adapta al terreno de forma casi milagrosa y nos abre las puertas al silencio, a la paz y al recogimiento que siembra el románico en todo aquel que entra en contacto con él. Cientos de historias nos rodean, muchas indescifrables, otras, nos invitan a que forjemos nosotros mismos su significado, otras a la espera de que alguien adivine por fin su legado. La historia de San Pantaleón, el médico que no cobraba a sus enfermos, y que por ello fue perseguido y aniquilado, no nos deja indiferentes y nos atrae y nos fascina como una parte más de esta ermita, que se sitúa eterna en los confines del tiempo. Enhorabuena por esta entrada y por indicarnos nuevos caminos donde encontrar la emoción. Un fuerte abrazo.

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    1. La intensidad de este lugar no tiene medida. Era la segunda vez que iba, la encontré abierta por poco. La guía, fuera, daba las últimas aclaraciones sobre este enigmático templo, qué bien hablaba. En aquellos momentos pensé: cuántas veces me he perdido el conocer a fondo estos lugares, por no pedir la llave, por no esperar a que abrieran, no sé...No, nunca es igual, en el románico hay que detenerse de lleno en todo, no puedes perder ni un solo detalle, si lo haces, estás perdido. Y aún así eso será solo el principio, después habrá que continuar aprendiendo.
      Muchas gracias por tu enorme comentario, no por la extensión, si no por la entrega que haces al escribirlo, un abrazo.

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