lunes, 10 de febrero de 2020

Y A LA ORILLA DEL CARES, MIER. CONCEJO DE PEÑAMELLERA ALTA. ASTURIAS.



Cuando nos asaltan las alarmas precisamos de recursos que nos mantengan "en tierra firme", que nos impidan naufragar. Y uno, quizás el primordial, sea el recuerdo. Por ello me acerco a un Mier que visité en un par de ocasiones, que hoy relaciono con el sentimentalismo que trata de escapar de mí como si ya no obrase el milagro de mantener la esperanza. 
Sin embargo no puedo olvidar, ni lo pretendo, solo quisiera hacer una declaración de copiosos principios, de ineludibles citas que me reporten los beneficios que obtenemos cuando viajamos para encontrarnos con nosotros mismos.




Saltarán mis alarmas, si no me emociona lo que recordaré a continuación.



"Está formado por dos barrios Niserias y Mier. El barrio de Mier se divide en otros dos, Mier D´Acá y Mier D´Allá, separados por un moderno puente sufragado por hijos de este pueblo, residentes en México"




"Feligresía en la provincia y diócesis de Oviedo (20 leg.), partido judicial de Llanes (3 1/2), ayuntamiento de Peñamellera á Abandames (i). Sit. á der. é izquierda del río Cares, entre elevadas montañas que constituyen el clima muy frío durante el invierno, y demasiado caluroso en el estío. Tiene 40 CASAS de mala fábrica y poca comodidad, distribuidas en 2 aldeas de las cuales la mejor existe hacia el N. del espresado río, y la otra al S. La iglesia parr. (San Pedro), se halla servida por un cura de ingreso y patronato de S.M. Confina el término N. Plecín; E. Tobes; S. Conaba, y O. Trescares..."




La capilla de la Virgen de las Nieves junto a La Lanjarera, zaguán de cantos rodados y blasón, en una casona de dos plantas.




Hoy hago caminos, es lo mío, al fin y al cabo.
¿A dónde el camino irá?




"Hay corazones sin dueño, 
que no tuvieron nunca la oportunidad
de regir como un péndulo casi atroz
el laborioso espasmo de la carne.




Hay corazones de repuesto,
que esperan sabiamente
o por quién saben qué mandato
el momento de asumir su locura.




Hay corazones sobrantes
que se descuelgan como puños de contrabando
desde la permanente anomalía
de ser un corazón.

Y hay también un corazón perdido, 
una campana de silencio,
que nadie sin embargo ha encontrado
entre todas las cosas perdidas de la tierra.

Pero todo corazón es un testigo
y una segura prueba
de que la vida es una escala inadecuada
para trazar el mapa de la vida"

Roberto Juarroz.





"...El indicado río Cares divide la feligresía según hemos dicho, atravesándola de O. á E.; sus grandes y violentas avenidas, especialmente en tiempo de invierno, socaban y llevan hacia el mar dist. 1 leg. una parte no pequeña de las tierras de labor que hay en sus inmediaciones, dejando playas de arena infructífera. Para la comunicación de los habitantes, existe sobredicho río el puente llamado de Lornia, bastante separado de la población, por lo cual es muy incómodo para los pasajeros el rodeo que han de realizar para su tránsito, especialmente desde que una avenida arrebató la barra particular (pie había al efecto; únicamente en algunas épocas del estío puede vadearse no sin dificultades por los hombres y aun algunas mujeres. Lo indudable es que si el referido puente hubiese sido construido en paraje más céntrico, estos feligreses podrían comunicarse en el corto espacio de 5 minutos, ahorrando los que habitan á la izquierda una hora de camino que emplean para ir y volver de la iglesia y de otros puntos precisos, y también evitarían el subir por una cuesta inmediata al puente, cuando las inundaciones del río lo imposibilita.




El camino que han abierto entre peñascos á golpe de maza y barra, el cual tiene 150 pasos, y cuya estructura antes fortificada con una pared de argamasa que ya se desquició en el río, es muy peligroso por no permitir el paso a dos personas de frente: en lo restante de este cambio también existían murallas que igualmente se desmoronaron hasta los cimientos; de manera que un paso como este, tan indispensable para la comunicación de las provincias de Oviedo y Santander, se encuentra casi interceptado en el espacio de 1/4 de leg..."
Madoz.




Peldaños así he subido y he bajado en infinidad de veces, con el temor de enredarte, no, con la sensación de que pretenden que te quedes.



Y a fuerza de hacer caminos, me han convertido en uno de ellos.




Y lapicero en mano, me han pedido tomar medidas.




A evacuar el temor de perderse y trasmutarlo por el deseo de perderme.



A fuerza de ser camino, he terminado siendo castaño o roble o fresno o quizás un haya sin hayedo.




Regreso a Mier y a algunas de sus elegantes formas.




Aquí fue donde nos encontramos, cerca del pequeño puente que salva el arroyo Boluga, llamado el Molín.
Cómo se empeñan algunos perros en hacer compañía al viajero, como si quisieran sustituir con su acto a alguien en particular.




Y con él podré bajar al arroyo.




"Tres encumbradas rocas, una de las cuales se llama el Pico de Peñamellera , de prodigiosa elevación y de subida muy áspera, situado hacia el E. y una montaña también alta y escarpada por el S., circundan esta feligresía, teniéndola encerrada en un pequeño horizonte.




Al pié de dicha montaña y de un vallado de gran altura, nace una fuente tan abundante de aguas, que provee unos molinos harineros poco distantes de su origen; cuyo sobrante y el de los muchos arroyos que se precipitan de las alturas inmediatas, van á parar al mencionado río Cares. El continuo sacudimiento de aguaceros en los altos riscos, es causa de que, aun en tiempos de sequía, se desplomen bancos de enormes piedras con espantoso ruido y graves daños en las heredades, y aun en las casas"
Madoz.




Este es el bello acueducto, un canal que abastecía al molino harinero.



Y que me obliga a salir de Mier para seguir su curso entallado.




Casas cerradas, vacías o llenas, quizás nunca lo entienda.




¿Dónde me llevas ahora, conductor de caminantes perdidos?



Quieres que vea tu pueblo desde todos los ángulos posibles, que recorra tus caminos que son las sendas que tu transitas para esquivar las horas de tedio, ¿pero es que aquí puede uno llegar a aburrirse? No lo creo.




Te sigo de nuevo bajo el alcance del sonido del agua encauzada.




Quieres que admire al culantrillo enamorado de la piedra.




Permíteme que me siente un rato.




Ya ves hasta donde te sigo.




Un pueblo con tres puentes, privilegiado por dejarse ver junto a arroyos y al Cares.



"El terruño en lo general es montuoso, quebrado y poco fértil. PROD.: maiz, castañas y pastos; se cria ganado vacuno, de cerda, lanar y cabrío; caza mayor y menor, animales dañinos y pesca de varias especies en el r. Cares, Ind. y Comercio: la agricultura y molinos espresados; consistiendo el principal comercio en la venta de ganados y compra de granos y otros efectos necesarios. Pobl.: 36 vecinos, 231 almas,Contr.: con su ayuntamiento(V.)"
Madoz.

En 2019 tenías 62 habitantes.




Lugares como Mier existen gracias al cuidado de sus habitantes, pasear por él es una lección de amor.
La caminante solitaria se pregunta porqué una rosa es perecedera.




Hasta los terneros contribuyen a ese orden con concierto que admiro.




Eres el "Palación"



"La historia de la Casa de Mier fundada en 1030, cuando el conde Vela Ximénez de Álava da muerte, en la catedral de León, al heredero del condado de Castilla; y como consecuencia se originó una guerra entre los condados que culminó con la batalla de Monzón, donde fallecieron dos de los tres hermanos Vela Ximénez. Uno de los Vela se vio obligado a huir y se refugió en Plecín en Alles (Asturias). Sus descendientes Sancho, Bermudo y Martín Vela, se establecieron en el lugar llamado Mier, en el valle de Peñamellera tomaron el nombre del pueblo por apellido, instaurándose así un linaje con su lema "Adelante el de Mier, por más valer" Los Vela Ximénez eran grandes guerreros: su escudo nobiliario, el original y común a los Mier, indica que estuvieron en la batalla de Las Navas de Tolosa, y las tres flores de Lís recuerdan su origen aquitano. El famoso Conde Vela se retiró en sus últimos años al valle de Peñamellera, y a su muerte fue enterrado en la parroquia de San Pedro de Plecín. Sus tres acudieron a Cortes celebradas en Oviedo en tiempo de la reina Urraca"
"Nuestros escudos"



Rosetas protectoras, alineadas como estrellas en constelación.




Mier huele a manzanos. A los recuerdos de quien antes que yo vio idénticas imágenes, paseó por estos mismos prados, intentó alcanzar una manzana y en el último instante recordó que nada le pertenecía.




Me iré sin ver tu iglesia y el palacio de los Mier, porque son tres las casas blasonadas con que cuentas. 
Lo dicho en tantos lugares, ideemos una excusa para volver a encontrarnos.

Septiembre 2015.

Imprescindibles:
-Página web: Nuestros escudos.
-Diario del Oriente: "Mier"
-Página web del ayuntamiento de Peñamellera Alta.





Saltaron las alarmas y me sentí derrotada, nunca podría reconstruir "el mapa de lo que fuimos" 
No recuperamos a las personas que nos dejaron, por ello permitamos que la ficción se confunda con la realidad y en ese punto, hipotético, soñado, imaginado miles de veces, podamos encontrar la manera de regresar a quien tanto echamos de menos.


A mi madre, fallecida un 10 de febrero, en una constante que se repite cada año, como si en este día fuese posible el retorno, un instante que no consigo atrapar.


4 comentarios:

  1. Emocionante Rosa me has dejado sin palabras,ese silencio en ese senderismo de los muchos que has hecho por eso caminos de Dios, y ese toque de preciosa música de Hans zimmer tan relajante en memoria de los que un día marcharon, pero siempre estarán en esas rutas que a solas hacés y que tan maravillosas te quedan en esos rincones tan preciosos, por eso digo que siempre vas acompañada con tu silencio y ésa nostalgia un abrazo.

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    1. Eso he creído siempre, que no caminaba sola. Echas en la mochila lo indispensable para que no te pese y los recuerdos van a tu lado, un abrazo, muchas gracias.

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  2. Estoy escuchando la melodía maravillosa con la que finalizas esta nueva entrada y no puedo por menos que emocionarme una vez más. Muchas gracias por incluirnos en tu camino, en ese camino que nos lleva a conocer lugares nuevos y bellas emociones, parajes caminados una y otra vez por las gentes del lugar y por peregrinos que, como tú, se mezclan de forma absoluta con ellos. ¡Como echamos de menos a los que nos faltan! Pero creo que siguen con nosotros y todos los días nos hacen saber de su presencia. En un pájaro, en una flor, en una piedra o en un paisaje, o en alguna realidad cotidiana, pero no por ello, menos hermosa. Acaba de terminar la melodía y en mi casa reina un silencio especial, que se produce para que los que vivimos en ella podamos percibir que no estamos solos, porque en nuestro corazón están ellos. Precioso poema de Roberto Juarroz, poeta extraordinario que ahora conozco gracias a ti. Preciosa entrada y preciosa dedicatoria. ¡¡Enhorabuena y un fuerte abrazo!!

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    1. Nuestras madres tenían mucho en común, ya lo hemos hablado en alguna ocasión, su origen humilde, su amor por el cine, su simpatía que a pesar de la enfermedad siempre mantenían...Cuando nos faltan es cuando más las valoramos y cada vez que escribamos sobre ellas o las nombremos o las soñemos, aquí seguirán a nuestro lado, invisibles pero presentes, porque hay instantes que no pueden ser explicados pero nos siguen perteneciendo porque una despedida no puede ser el final, muchas gracias, un abrazo.

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