viernes, 24 de octubre de 2025

CONOCIENDO TURRUNCÚN (LA RIOJA)

 



"El silencio nos recibe. La desolación nos rodea. La belleza de la despoblación se despliega con toda su fuerza. Parece una contradicción, una paradoja, pero es una innegable sensación de placer estético y sentimental que, a un tiempo, inocula el sentido de culpa en quien la experimenta..."


Paco Cerdà.

"Los últimos. Voces de la Laponia española"





Meditar es el sentimiento que nos delegan estos pueblos deshabitados. Quizás muchos de ustedes nunca hayan conocido alguno pero sí edificios, ermitas, estaciones...en ruinas. Siempre nos quedará el interrogante del motivo por el que decayeron. Y alcanzaremos un cierto grado de desazón y desconcierto que de alguna manera nos marcará. Pasear por ellos consigue establecer una afinidad, una variante de nostalgia hacia lo que fueron, aunque no consigamos imaginar cómo eran antes de su estado actual. Nada es comparable a la tristeza que embarga el pasear por sus calles, el asomarse a sus ventanas amputadas, el franquear sus puertas desvencijadas o el penetrar en sus templos violentados. Pensemos que hubo otra forma de vida tan distinta a la actual. Algunos la conocimos (por nuestra edad), tiempos que recordamos como felices porque en ellos la familia estaba al completo y que a pesar de las privaciones, era en la que crecimos. Siempre la añoranza marcará el resto de nuestros días. Antes eran nuestros padres y abuelos quienes nos educaban, ahora son los móviles los que cumplen esa primordial función, muy triste. 

Así que si pueden visitar un pueblo como el que ahora ven puede que consigan devolverse al pasado. El mío, en el que habito, es pequeño y les puedo asegurar que la tranquilidad, con sus efectos y causas, con sus limitaciones y con sus perspectivas, complace más que suficiente el devenir de nuestros días. ¡Se puede prescindir de tanto!

A lo largo y ancho de nuestra extensa geografía he visitado muchos pueblos abandonados, nunca encontré dos que se parecieran, cada uno tenía su particular impronta. El hecho, casual, de que este año volviera a sumergirme en ese vértigo de las ruinas, me hizo reflexionar el porqué no había vuelto a seguir los pasos que se dieron. Llegué a la conclusión que era por la pena, siempre la pena inherente a sus calles desiertas, sus casas hundidas, sus templos en difícil equilibrio, huertas y tierras abandonadas...Es el silencio del abandono. Nos queda, al acabar la visita, entender el motivo por el que quedaron en ese estado. 

Algo que se nos explica a la perfección en el libro de Paco Cerdà: "Los últimos. Voces de la Laponia española", magnífico. En sus páginas obtendremos respuesta a todos estos interrogantes que sobrevuelan por estos pueblos y otros muchos abocados al abandono. Curiosamente nombra el de Romana, en Soria, que a sus más de 90 años sigue viviendo sola desde hace mucho tiempo, soportando los crudos inviernos. Supe de ella gracias a Carlos que lleva la oficina de turismo de San Pedro Manrique.

En este breve viaje por la España en regresión no solo tuve la suerte de conocerlo a él, también, y los cito para afianzarme en la memoria, a Manuela, que no deja su pueblo leonés en invierno. Allí se quedan unas 20 personas me comentó. O al matrimonio de Gijón que eligieron como segunda residencia otra localidad de poquísimos habitantes también en León. Es el milagro, conseguido por los descendientes y nuevos pobladores, el hecho de que algunos pueblos vayan latiendo de nuevo, es el caso de Sarnago, que visitamos, o el de Ambas Aguas, aquí en La Rioja. Esta provincia es generosa en viñas, los pueblos se mantienen gracias a este cultivo. Sin embargo Turruncún tan cercano a la carretera hacia Arnedo, sucumbió, no contó ni con luz ni con agua corriente en las casas. El cierre de las minas representó el punto y seguido a su decadencia.

Para darle vida, la de antes, a una población siempre hecho mano a Madoz y su Diccionario (1845-1850). Me ha costado encontrar a nuestro protagonista de hoy. Gracias a una reseña de las muchas que veremos en google veo que aparece como Turrucan, leamos pues para confirmar ese pasado que tuvieron estas ruinas, donde palpitaba la vida gracias a sus gentes:



Turrucan:

"Villa con ayuntamiento, en la provincia de Logroño (9 leguas), partido judicial de Arnedo (2), audiencia territorial y ciudad g. de Burgos (3?), diócesis de Calahorra (5). Situado en una pequeña altura o colina llamada El Cabezo con descenso al Oriente dominada por dos elevados cerros que corren en dirección de E. á O. y por la altura nombrada Piedra ó Peña Isasa, dista 1/2 legua al O. la combaten los vientos del N. y S.; el clima aunque muy frío en invierno y apacible en verano, es saludable; tiene unas 70 casas; la del ayuntamiento y en la misma un local ó pieza destinada para cárcel y la escuela de primeras letras dotada con 2 fanegas de trigo por reparto vecinal á la que concurren sobre 28 alumnos entre niños y niñas; una fuente abundante contigua á la población, de excelente calidad y en la cual se halla un buen pilón que sirve de lavadero; iglesia parroquial, Santa María, servida por un cura propio de nombramiento de S.M. y del ordinario con arreglo al concordato y un beneficiado con título perpetuo de nombramiento del diocesano.

En la parte del Mediodía y como á 200 pasos de distancia se halla el cementerio capaz y ventilado. 

Se extiende el término 5/4 de leguas de N. á S. y 11/2 de E. á O., confinando N. con la ciudad de Arnedo (á 1/2 legua) E. Villarroya (); S. Muro de Aguas (1/2) y O. Prejano á igual distancia que el primero; el terreno es de mediana calidad y de secano, siendo tan sumamente pendiente que está sostenido á fuerza de poyos y paredes en su mayor parte, en razón á formarse de montes y cordillera que descienden de la elevada altura ó peña nombrada Piedra de Isasa. Se encuentran en el término de Baldeborreño un monte titulado el Vedado con arbolado de encinas y otro nombrado Valdegomez al N. del pueblo, con monte bajo para el consumo de sus habitantes habiendo entre N. y S. dos cotos vedados con arbolado también de encinas, llamados Humbría del Quemado el uno, y Valdecerros? el otro; y disperso en toda la jurisdicción se encuentra en abundancia el romero y las aulagas.

Caminos todos de herradura conducen á los pueblos limítrofes en estado regular; la correspondencia se recibe de la estafeta de Calahorra por medio del balsero de Arnedo cinco veces á la semana y sale seis.

Produce trigo, morcajo, cebada, centeno, avena, un poco de vino, bastante aceite, patatas, algunos garbanzos, judías, yeros, arvejones y suficiente yerba de pastos, con los cuales se cría ganado lanar y cabrío y se mantiene el de labor preciso para la labranza. Hay caza de liebres, perdices, aves de rapiña y zorros.

Industria y comercio: La primera se reduce á dos telares de lienzos ordinarios y al cultivo de la agricultura, y el segundo consiste en la venta del ganado y extracción de los frutos sobrantes y á la importación de los géneros y artículos de los que carecen.

Población: 62 vecinos, 267 almas.

Capital prod.: 589,200 reales. IMP.: 17,676. CONTR.: de cuota fija, 1,996"




Comenzamos nuestro caminar en su ermita. Se trata pues de un pueblo con cierta entidad puesto que contaba además de iglesia con una edificio. Más tarde leeré que no era la única.


"A las afueras de Turruncún en dirección a Préjano, al pie de la sierra, entre los pinos, se encuentra la ermita de las Vírgenes.

(Anolia y Nunilo)




"Es una construcción de mampostería y ladrillo de tres tramos y cabecera ochavada de tres paños. Estaba cubierta con bóvedas de lunetos, pero hoy todas han desaparecido. La sacristía se sitúa en la cabecera tras el altar mayor y tiene dos accesos a ambos lados de éste. A los pies tenía un coro alto sobre madera del que ya nada nos queda. Tiene dos ingresos, el principal se abre al este y es de medio punto coronado con una hornacina de ladrillo, otro más pequeño y adintelado se abre al sur, a los pies, bajo el coro"




"Se trata de una ermita barroca de los siglos XVII y XVIII, construcción bastante típica en la zona.

Su estado es de ruina total, no queda nada de las bóvedas, ni de los arcos, ni del coro...Ya nada queda en pie más que las paredes en las que aun se adivinan los restos de pintura y enfoscados barrocos"

"Patrimonio olvidado de La Rioja"

Diego Marraco.




La hermosa fuente del pueblo. Con las típicas "pintadas" que mancillan las piedras del abandono a lo largo y ancho de nuestra geografía.


Estamos en el área recreativa de Turruncún, una feliz idea para darle esa llamarada al pueblo en forma de descanso. Una parada para iniciar el conocimiento al lugar y siguiendo una pista poder acceder a la Peña Isasa.




Estamos a finales de septiembre y me llama la atención la riqueza vegetal del entorno y el verdor. Como habrán leído lo de Madoz, este pueblo tenía una variada agricultura, un clima benigno para los árboles y huertas.



Cuesta imaginar que aquí hubiera 70 casas porque la naturaleza ha tomado su terreno y se ha tragado literalmente muchas viviendas, de hecho es muy complicado avanzar a la par que peligroso, sepan que están en terrenos con numeroso bancales y un mal paso puede desencadenar una embarazosa caída.



Nos acercamos a una oquedad. Se adivinan muchas más.



El templo tras el siempre hermoso escaramujo.



Estamos ante un pueblo que supo ganar terreno a base de bancales.

Bancales para obtener de la tierra sus frutos y bancales como cimientos para sus casas.

Observen como no decaen.



Si leemos el libro de Paco Cerdà entenderemos mejor lo que es pasear entre estos edificios. Lucía recorre las calles de su pueblo, Les Alberedes devolviendo la vida, estabilizando cada casa, con los recuerdos hacia sus habitantes, sus vecinos.



Gracias al blog: "Pueblos del olvido", podemos conocer más datos sobre ti:

"Turruncún llegó a tener unos 300 habitantes a principios del siglo XX. Gran parte de estos turruncuneses se dedicaban a la minería. 

Las minas de carbón que se encuentran a lo largo de toda la zona, fueron el motor económico y social de Turruncún. Sin embargo, cuando estas minas clausuraron, Turruncún fue decayendo lentamente.





Fue en 1965 cuando se decidió construir las escuelas...la memoria de la señorita Tommy (como la conocía todo el mundo) sigue estando presente. Finalmente la profesora que la sucedió fue la que tuvo que cerrar las escuelas de Turruncún..."




"...un 18 de febrero de 1929 Turruncún fue el epicentro de un terremoto de 5,1 grados de intensidad cuyo temblor llegó hasta Navarra"


"Turruncún queda oficialmente despoblado en 1975. Algunos aseguran que ha habido gente viviendo hasta comienzos del siglo XXI. En tan solo 70 años (1900-1970), Turruncún pasó de tener 312 vecinos a 38"






"En lo alto de Turruncún dominando el valle se encuentra, como si de una acrópolis se tratase, la iglesia de Santa María"




"Pensó que la historia podría repetirse, y durmió arrullado por la sensación de que le envolvían los efluvios de una plácida y extraña dicha"

Miguel Delibes.





A la torre es imposible acceder.





Observen lo que queda de su estructura.





Tantos siglos han pasado y aún permanecen en pie, a pesar de los rigores del tiempo, muchos elementos, desafiantes.







Se trata de una construcción de mampostería y sillería compuesta por una sola nave de dos tramos y cabecera cuadrada. La cabecera se cubre con bóveda de terceletes mientras que la nave lo hace con lunetos. Al norte en el segundo tramo se levanta una gran capilla cubierta con terceletes. La sacristía se encuentra al norte de la cabecera y se cubría con cielo raso. 





A los pies se encuentra el coro alto, sobre madera, y la antigua espadaña de dos vanos. Al sur, en el primer tramo, se abre el ingreso que es apuntado y se encuentra protegido por gran pórtico de dos pisos que se encuentra parcialmente hundido. El complejo se completa con una pequeña plazoleta protegida por muros, a la que se accede por un arco de medio punto, y por la exenta torre campanario de tres tramos, los dos primeros de sillería y el último de ladrillo.





Es un edificio complejo iniciado en el siglo XV, ampliado en el XVI y reformado y abovedado de nuevo en el siglo XVIII.

Su estado de conservación es de ruina, aunque sus bóvedas se encuentran intactas. Sin embargo se ha hundido el techo de la sacristía y buena parte del pórtico de entrada. Por su parte, la torre está en bastante mal estado, en especial el último tramo y la escalera interior es impracticable y peligrosa"

Diego Marraco.




Hay que mirar hacia aquellos rincones a los que no pueden acceder los vándalos para imaginar cómo fue.




La sacristía.




Abel Hernández nos deja este bellísimo texto:


"...Un pueblo vive mientras alguien conserva su memoria. Murió como municipio y se vació cuando el estado, en el siglo pasado, hacia 1975, compró sus tierras a los vecinos. La repoblación forestal de la sierra de la Alcarama generó la despoblación humana y convirtió esta amplia comarca en un cementerio de pueblos. Turruncún, que quedó incorporado a Arnedo, fue una de las víctimas.




José Ángel Lalinde acaba de publicar un libro sobre este pueblo riojano. Me ha cabido el honor de escribir el prólogo. Es un trabajo minucioso, bien documentado, cargado de interés. El autor ha rastreado en los archivos dispersos, en estudios anteriores, como el de Felipe Abad, y en la memoria de los últimos vecinos.




El lector descubre, de su mano, las brasas ocultas bajo la ceniza y el apagado esplendor de las ruinas del caserío, asentado sobre el cerro de El Cabezo, como una fortaleza; su escuela vacía, su fuente, que sigue viva y acogedora, sus tres ermitas...




Se asoma a sus orígenes medievales, como conjunto de chozas de pastores, recorre su duro paisaje, su encinar, la mina cerrada y las muestras de vides y olivos, ya sin dueño, en el camino de Arnedo, asomándose al Cidacos, el río frutal. El libro escrito con llaneza cervantina, descubre al lector antiguas leyendas, en las que las piedras, con sus curiosas formas geológicas, cobran vida y hablan, como la guerra encarnizada entre las reinas Isasa y Gatún o el galope de los caballos por el valle de la Virgen. En Turruncún las piedras afectivamente tienen alma"

Abel Hernández.
La Razón.





"Una intensa sensación de lejanía respecto a toda civilización, a pesar de que a veinte kilómetros esté Santa Engracia del Jubera y Logroño quede a una hora de coche, aborta los sueños y las utopías que apenas acababan de despuntar. La constatación de adentrarse en un desierto humano precario de recursos, de innecesaria e inexplicable retiro eremítico, alza una barrera de realismo pragmático en el espíritu del viajero cuando llega a esta Tierra Media de La Rioja en la que, a pesar de aparecer como despoblado con cero habitantes en la Wikipedia, aún es habitada por cuatro seres. No son hobbits ni elfos. Son quijotes sin luz"

Paco Cerdà.


ANEXOS:


















"El próximo mes de diciembre se cumplirán 50 años desde el momento en el que su última vecina, Petra Cordón, abandonó la aldea de Turruncún. Por este motivo, la parroquia de Arnedo, a la que pertenece, va a organizar a lo largo de todo este año una serie de actividades conmemorativas que van a incluir la colocación de la Virgen de la Flor de Turruncún en el altar de la iglesia de Santo Tomás durante el mes de mayo o la celebración, el 22 de octubre, de sus patronas, las santas Nunilo y Alodia..."

Febrero del 2024.
Radio Arnedo.





Las santas Nunilo y Alodia.

"Cuenta la leyenda que Nunilo y Alodia nacieron en el siglo IX de padre musulmán y madre cristiana. Aunque la ley les exigía profesar el Islam, su educación fue cristiana. Tras morir sus padres quedaron bajo la tutela de un tío paterno que intentó persuadirlas para que abrazasen la fe musulmana. Viendo que las hermanas se mantenían firmes en sus creencias, las denunció primero ante el gobernador de Alquézar, donde estuvieron presas, y más tarde ante el sahí de Huesca. Finalmente, el 22 de octubre del 851 fueron decapitadas.

Sus cuerpos fueron abandonados para que las alimañas los devorasen, pero una milagrosa luz impidió que ningún animal se acercara a ellos. Después sus restos se arrojaron a un pozo, cuyas aguas pronto fueron tenidas por curativas..."

Turismo Somontano.

Existen ermitas dedicadas a estas santas en Granada, Murcia, Álava y por supuesto en Huesca.




"Paisajes españoles inusuales (de Camargo Rain)"

Turruncún, pueblo abandonado en La Rioja.



Imprescindible la lectura de:

-"Los últimos" de Paco Cerdà.

-"Turruncún, el rescoldo entre las cenizas" de José Ángel Lalinde.



Septiembre del 2025.


Dedicado a Antonia Alfaro por su fidelidad hacia la lectura de estas páginas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario