sábado, 9 de marzo de 2019

PASEANDO POR VILLACADIMA. GUADALAJARA.



Te juro que en Villacadima vi niños, niños que corrían tras una pelota, niños que se subían a un bardal, que gritaban, que jugaban a las canicas, que alentaban a otros niños a no quedarse rezagados, a patear las calles desiertas y levantar el polvo que yace dormido tras generaciones de más niños que soñaron con no dejar de ser niños nunca.



"Lugar con ayuntamiento en la provincia de Guadalajara (44 leguas), partido judicial de Atienza (5), audiencia territorial de Madrid (24), ciudad g. de Castilla la Nueva, dióc de Sigüenza (9) SIT. al píe de un cerro con esposicion al S.; tiene 40 CASAS; la consistorial con habitación para cárcel; escuela de instrucción primaria, frecuentada por 20 alumnos; una iglesia parroquial (San Pedro Apóstol) servida por un cura y un sacristán. Confina el término con los de Cantalojas, Grado y Campisabalos; dentro de él se encuentran una fuente y las ermitas de Nuestra Sra. del Campo y San Roque. El TERRENO es calizo y de mediana calidad; tiene buenos montes pinares. CAMINOS, los locales y el que desde Ymon conduce á Valladolid. CORREO, se recibe y despacha en Atienza. PRODUCCIÓN PRINCIPAL: cereales, algunas legumbres, madera y pastos, con los que se mantiene ganado lanar v vacuno; hay caza de perdices, conejos y liebres. POBL.32 vec, 102 almas CAP. PRODUCCIÓN PRINCIPAL: 780,667 reales IMIV. 47,200 CONTR. 3,502."
En el año 2000 contabas con 7 habitantes. En 2003 te quedaste deshabitado. En 2015 eran ya 2 los que vivían contigo. En 2018, uno.




Dicen que eres pueblo de fin de semana, de fiestas de guardar y de verano. Son las paredes que se yerguen airosas las que lo dicen.




Quienes dicen que estás vacío es porque no ven tus niños jugar como yo los vi.




Se acercan a ti con desconfianza porque ven tu iglesia tan arreglada, sin grietas que clamen auxilio.




Algo tienes San Pedro que desde lejos hipnotizas. Nadie puede rechazar tu invitación. Nadie pasa de largo por Villacadima sin detenerse ante ti.




Traspasa el atrio descubierto para poder verla. 
Entra.




"...Consta de un arco de ingreso lobulado, con una especie de medallones avenerados que albergan florones. Sigue a continuación una arquivolta con zigzags contrapuestos, otra de nacela, otra de baquetón y por último un guardapolvo decorado de tallos ondulantes de hojas picudas. La línea de imposta y las seis columnas que soportan las arquivoltas muestran motivos vegetales y geometrizados"

"euclides59"




Asomándome al abismo de tu atrio veo la desolación de casas decapitadas...




...que derraman su verde sangre sobre el camino.
Alguna vivienda resiste al asalto.




Mientras, San Pedro me conmina a que siga estudiándola. 
Fuiste construida entre los siglos XII y XIII. Eras de una sola nave pero en el Renacimiento te transformaron, acabaste con tres naves y cabecera con tres ábsides y tu espadaña románica pasó a ser torre campanario. 
Y quedaste como se te ve ahora, una iglesia que hace a un pueblo.




Entre todos los signos que llevas tatuados en tu piedra, me quedo con este del gremio de los zapateros.




Si salgo de tu recinto vuelvo a encontrarme con casas sin niños.
Casas a las que les han robado la infancia, a las que han segado de cuajo su madurez. Casas que se hicieron viejas antes de tiempo.




Y salgo porque si me quedo contigo, seré recuerdo en algún zaguán.




Fuera, la tormenta arrecia contra los viejos buques amarrados a la verde estera.




Tus piedras, niños ausentes, se arremolinan tras las tullidas ventanas.




El campo va ganando terreno, demanda dejar de ser testigo, quiere cobrarse la deuda, todo el campo quiere ser suyo. 
No se lo permitas.




"...No son éstas,
sino son otras manos niñas
que en los muñones se me insertan
de la manquéz, con que he venido
mutilado en no se qué guerras
donde combatí con gigantes
tan diminutos como letras, 
o con letras, que eran gigantes
para mi talla tan pequeña..."

José Antonio Ochaíta.

(Recitando este poema, Ochaíta fallecía en Pastrana, Guadalajara)




La luz que templa, la luz que foga, que exhala alientos abriendo escabrosas rendijas, que hace estallar los anhelos que desde dentro empujan; que desde fuera, marchitan.




"...Conocí Villacadima con doscientos habitantes y cerca de cuarenta niños en su escuela unitaria. Hoy, a solo veinte años de todo aquello, uno vuelve a Villacadima, con muy diferente misión: a ser testigo de su soledad, de su ruina, a contemplar en una fría tarde del mes de abril el cuerpo inerte de aquel querido rincón del páramo, todavía con el último calor natural que precede a la muerte..."

José Serrano Belinchón.




La tormenta me muestra la puerta de salida, ni tan siquiera me permite abrir el paraguas. 
Recusa mi visita, no quiere que me incorpore a Villacadima. Ya hay demasiados muertos fuera del cementerio.




El tiempo paraliza los sentimientos, desenfoca los recuerdos.




Como en todo, sin embargo, veo dos caras, la que quiero que sea, la que inevitablemente es.
Pero busco en la etimología de tu nombre. 
El valor de un nombre reside en las veces que es citado y en su alma, la secuencia de cada letra que durante tantos años ha sido escrita, ha sido pronunciada. Villa sigues siendo. Cadima significa: ¡Adelante!




Sabes, vi niños en Villacadima. Niños que jugaban a un balón, que corrieron a esconderse cuando la tormenta descargó su ira.
Repitiendo el mismo gesto que los niños de antaño.




Niños que se harán mayores y verán una Villacadima nueva, con otros ojos, con otro afán.



Mayo 2016.



Imprescindibles:
-"San Pedro en Villacadima: Una ventana al románico rural del norte de Guadalajara" Euclides59.
-"Villacadima" Guadalajara. Plaza Mayor. José Serrano Belinchón.



6 comentarios:

  1. Que decirte que ya no sepas, como tu bien dices niños en villacadima nueva, que se harán mayores, yo en esta bonita entrada como todas las que haces, me pregunto tanto como llevas escrito que tan felices nos hace al que os seguimos y en este caso eres tú la escritora y fotógrafa, os asmirio esa bonita capacidad y a ti hoy en especial conocer este pequeño pueblo de Guadalajara y estos lugares tan vacíos de gente pero bonitos, en fin sin estenderme más no un 10 yo 11 por decir algo tu ya sabes y me conoces un fuerte abrazo por los esfuerzos que se, que estás haciendo para escribir.

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    1. Gracias Paqui, ya ves, un pueblo más que visitar. Guadalajara no está tan lejos. Un abrazo.

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  2. Que placentero es, pasar a mirar en este tu santuario, y encontrar un lugar, que, aprovechando la soledad latente del entorno,te llene de paz, te invite a la reflexión ,a la meditación,y te haga sentir que el orden y la limpieza de sus calles mojadas,ordenan y limpian esos rincones de la mente tan maltrechos y saturados de información y vulgaridades.
    Viendo las imágenes dan ganas de coger una mochila con lo mas elemental y vivir como un anacoreta allá arriba. Lástima que tengamos tantas dependencias y tantas necesidades creadas que nos lastran y nos atan tan corto a nuestras cotidianidades.
    Esa cámara tuya, es una fuente inagotable de riqueza visual.¿Cuantas sorpresas nos guarda todavía? Espero que muchas.Gracias por lo que me has transmitido hoy.

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  3. No eres tu la única que ves a esos niños de Villacadima enfrascados en sus juegos, alegres en sus voces, ágiles en sus correteos. Tus lectores los vemos tan claramente como vemos la belleza de este pequeño pueblo gracias a tus bellas fotografías. San Pedro, la iglesia de todos asombra con su firme presencia y sobre todo, por su acogedora entrada. La portada es tan original como atrayente y nos invita sin titubeos a que la visitemos. Rosa, sigues sorprendiendo en cada pueblo que nos muestras, en la poética prosa con la que nos los describes, en la cantidad de emociones que nos transmites. Enhorabuena una vez más por esta nueva entrada. Un abrazo.

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    1. Es solo una cuestión de sensibilidades y de eso tu entiendes bastante. Muchas gracias, un abrazo.

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