Desde Murias se accede a esta cascada.
Desde aquí, desde la distancia que se alarga hasta extremos insospechados, trato de dejar el recorrido, breve, quizás como una vida que ha sido feliz, pero que a la vez va cargada con trozitos de esperanza, como el hecho de acercarse a una cascada y hundirse entre el fragor de su estrépito y borrar los malos recuerdos.
Desde la distancia, desde los años que fueron recorridos hacia los que ahora nos sumergen en esa pena infinita por los que nos dejan, por el temor de que los nuestros puedan padecer. Porque al fin y al cabo siempre tenemos espinas clavadas que son las vivencias que hemos de perder.
Hagamos hoy un breve paseo y bien acompañados gracias a poetas asturianos, que imperecederos, como el agua que vemos, nos ilumina el camino, ese compendio de esperanzas, quizás volvamos a vernos.
Tomas el nombre de valle del río Negro.
La senda, como la vida, es descendente.
Deposito, con cada paso, en ti mi confianza, maltrecha por las inclemencias que infieren al alma el dolor que sufren los que nos rodean. Quisiera aliviar, caminando, haciendo magia, los temblores que el temor adquiere. Como dar salida al sufrimiento sin necesidad de abrir heridas.
Unas veces soy de dejar que el paisaje hable o quizás sea que él decida callarse, no sé.
Parece que la hospitalidad asturiana, tan sencilla y coloquial, entablara huelgos bancos, fuentes deleitosas, cascadas donde se reúnen xanas.
Porque la magia trata de esquivar las incertidumbres, dejemos pues que nos alcance su estrella.
Pido disculpas por hacer de esta ruta un acúmulo de pensamientos, pero lo que ya está bien explicado gracias a otros, no precisa ser redundado.
Toma la palabra el libro que siempre me acompaña en mis viajes:
"El Valle del Río Negro se denomina así porque las piedras del río que lo atraviésan de tipo silíceo, son de color negro en lugar de blanco. Su oscuro nombre estuvo justificado también, hasta hace unos 20 años, ya que bajaba negro y pastoso por culpa del carbón..."
"Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho"
Ángel González.
Creo que oigo el estremecimiento del bosque cuando se deja abrazar por riadas de cascadas que hacen de Asturias el reino del agua.
El sol trata y lo consigue, romper el trémulo ser del bosque, rasga las umbrías con el interés de desangelar el sueño.
La cascada es de unos 20 m. de altura.
Lo que vemos:
Las aguas de río Xurbeo que se precipitan al encuentro con el río Negro.
Lo que no vemos. Lo que no oímos.
Lo que no entendemos.
¿Volveré...?
"Tal vez el mundo sea bello,
cuando el sol claro lo ilumina,
pero yo sé que hay hombres tristes
como la lluvia gris y fría..."
Carlos Bousoño.
Estuvimos frente a frente interminables instantes.
"Ir y venir de todas las memorias
que el alma, olvidadiza, desenreda;
verse hombre solo, antiguo y solo, errante;
ver que todos los tiempos están cerca..."
José García Nieto.
El río Negro se va colando por las grietas abiertas, heridas sanadas del Xurbeo que llega con los brazos abiertos.
Las palabras que no aciertan a salir son las que se quedaron en tu sendero, en ese que se perdía en el bosque, entre avellanos y helechos, que acariciaba el musgo, que iba dejando como único rastro la tristeza de saber que nunca regresarías, por eso, en cada viaje, vamos dejando pedazitos de nosotros.
Septiembre 2015.
Imprescindibles los tomos de la editorial Prames "PR de Asturias" de Antonio Alba Moratilla.
A los que nos dejan, a los que no son números si no personas.
Seguimos con los paisajes verdes de esa preciosa tierra, cuánto dieron de si esos pies caminantes, tanto como tu cabeza y tus manos para escribirnos las entradas y nosotros poder disfrutar de ella, me quedo con una de las cositas de lo último qué dices que iba dejando como único rastro.
ResponderEliminarEn cada viaje vamos dejando pedacito de nosotros, pues eso digo yo de ti que nos vas dejando estas maravillas de entradas en cada viaje de los que has hecho un abrazo.
Gracias amiga, por continuar los pasos que un día hice, un abrazo.
EliminarCaminar siguiendo las rutas que nos marcas es un placer ineludible. Muchas gracias y enhorabuena por esta nueva entrada en la cual, los versos de los poetas asturianos se abrazan en cascada y se fusionan con la magia de Asturias. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias, Juan. Cada ruta tiene su encanto. Un abrazo.
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