Siento la necesidad de extenderme, expansionarme, a través de los límites del concejo, es por ello que me marcho hasta Santibáñez de Murias, lugar que conocí gracias a la ruta de las Fuentes y que hoy quisiera dejaros aquí otra de sus sendas, circular, y que se centra en un museo al aire libre que un vecino del pueblo ha sabido forjar con maestría y originalidad, como si de un niño grande se tratara. Allí podremos maravillarnos de la imaginación de este hombre. Luego me acercaré hasta su molino, un día completo.
En Asturias nunca tendrás la sensación de perder el tiempo, ni de que te apremie, simplemente te dejas llevar por el paraíso que extiende ante tus ojos y ante tus pies.
Eres Santibañez de Murias.
Y es la tercera vez que nos vemos. La primera, cuando hice tu Ruta de les Fuentes, la segunda en la cascada de Xurbeo y ahora con la que te circunda, tus prados, tus montañas, tus cabañas...
Hará un año, puede que más, que pasé por ti al hacer la ruta de les Fuentes. Pero hoy eres tú, el PR-AS 236, el que dictará mis pasos.
Pasemos a los datos con los que apareces:
Recorrido circular.
Distancia a recorrer: 3.284 km.
Horario: 1 hora 20 minutos.
Punto de partida y llegada: Santibáñez de Murias.
Por doquier nos encontramos, buenos días.
Hoy la ruta botánica nos mostrará buenos ejemplares de fresnos, hayas, avellanos...
Fuentes donde se acicalan las hojas.
La hospitalidad asturiana siempre presente.
Y esas sendas cortadas a tajo, de infinitas pendientes, de caída libre por ir revestida de un paisaje tan abrumador como la llegada de la primavera tras un implacable invierno.
A lo largo del camino encontraré numerosas edificaciones que jalonan cada recodo, como si tratasen de allanarlo todo.
Originales.
Saciantes.
Formalmente descuidadas.
Hasta que llego a Villar.
De ti encuentro:
Que perteneces a la parroquia de Murias, esta se encuentra formada por: Santibáñez de Murias, Villar y Murias. En 2011 érais 167 personas entre los tres núcleos.
Una nunca dejar de catalogar cada fuente que le sale al paso.
¿Y qué decir de los cuidados lavaderos?
Tu ermita.
Viviendas de dos plantas con solana de madera.
Los fresnos, como el que anida junto a la cabaña, son árboles primordiales en estos valles, por su variada utilidad.
Aunque me aparte de ti en algunos tramos, ya sabes que la curiosidad siempre me persigue, vuelvo a tus señales.
Un puente de lajas.
Un haya me devuelve a la realidad.
El Zaz es un idílico conjunto de cabañas por donde paso.
La elegancia de una fecha imperecedera.
Mirad dónde anidan las moras.
Fuentes y abrevaderos para aplacar la sed.
En el valle del Río Negro todo es belleza.
Llego a Santibáñez de Murias. Son las 13.31.
Si inicié el camino a las 11.50 h., de nuevo no he sabido adaptarme a los tiempos, ¿para qué?
Dentro de esas plazas con encanto destaco la que veis aquí, donde su autor, Bautista Traniello, ha dejado bien plasmado su arte al servicio de su querida tierra. Mirad lo que yo vi...
Tras una larga parada para contemplar las maravillas que salen de la mano de un artista, sigo con mi camino. Y de nuevo me sumerjo en estos rincones que cautivan tan solo con la mirada.
Tan cerquita del molino del Cú, descubro que el arte en mayúsculas se hace con la sencillez de las ofrendas que se entregan a la tierra.
Una que siempre admira el arte de crear jardines para llevarlos en la memoria al suyo propio.
En estos lienzos de vergel...
El molino. Leo que más adelante hay varios en ruinas y que a ti te restauraron con mucho mimo.
Detengámonos ante este molino del Cú de curioso nombre.
Vuelvo a pasar por delante de ti como intentando añadirme a tu catálogo de istmos asturianos.
Y deambulo por la parte del pueblo donde anida el silencio.
Salgo de ti, Santibañez de Murias, parroquia de Murias, concejo de Aller, de 58 viviendas con 85 habitantes. Te divides en dos barrios: "El Confurcu" y "El Cotxeu"
Estás a 750 m.
Salgo viendo cómo tu iglesia de San Juan destaca por encima de tus viviendas apiñadas. Volveremos a vernos.
Septiembre 2015.
Tus reportajes nos hacen saber que la belleza de Asturias radica en su conjunción de naturaleza, edificaciones, y como en este caso, arte. Todo unificado, se mezcla sin desentonar en unos parajes llenos de magia donde la serenidad y la calma se transmiten a conciencia. El museo de Bautista Trainiello adorna la plaza de Santibáñez de Murias, saludando con su originalidad a todos los que nos detenemos a admirarlo. Me ha gustado mucho esta nueva entrada, gracias y enhorabuena!!
ResponderEliminarSe trata de un "encargo emocional" que hago para una amiga que habita en el concejo de Aller. Trataré durante un tiempo de dejar aquí todas las rutas que hice, la mayoría sin señalizar. Gracias, amigo. Un abrazo.
EliminarOtra entrada de tu inolvidable Asturias con esos rincones tan bonitos que tiene, siempre me ha dado envidia de esa tierra lo bonita qué es la naturaleza allí, esos campos tan verdes, tienes tanto para enseñarnos y nosotros disfrutarlo muchas gracias un abrazo.
ResponderEliminarEs la tierra de mi buena amiga Carmen, a mí también me da mucha envidia. Nosotros tenemos tan poco tiempo ese verdor, que incluso lo magnificamos y es lo lógico, pero el sonido del agua, los bosques cerrados...Mucha envidia, cierto. Un abrazo.
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