UNA LAGUNA EN ZAPATEROS. ALBACETE.

 

Zapateros es una de las dos pedanías que tiene Vianos, la otra es Las Parideras.

La primera vez que fui a Zapateros fue una visita inesperada, tomé un sendero de la carretera comarcal a Riopar sin rumbo fijo, por inquietud y vi la otra cara, más amable, de la Sarga y el Padrón, mi camino acababa en Zapateros pero no llegué.

Cuando dejas algo pendiente la ilusión cuando al fin lo realizas es impredecible.

Regresé en noviembre, aquí también aparqué en la misma carretera. Unos metros de subida, con curva, antes una parada para oír el agua correr y surge la aldea como de refilón, encaramada sobre peñas.

La primera impresión te marca.

Pero antes de llegar, parcelas muy bien cuidadas de nogueras.

Hay un encuentro en algún precioso rincón entre los arroyos de Las Crucetas y el Zapateros. No sé, el agua desciende entonando melodías, eso sí que lo sé.

También podría haber titulado esta entrada como OTOÑO EN ZAPATEROS.

La gama de amarillos es muy variada, responde a nombres como álamos, nogueras, sauces, arces...

Un camino bien asfaltado, breve y en ligera pendiente nos lleva hasta la aldea.

Las encinas que os cité, en equilibrio y en sintonía con la piedra.

De nuevo bosque y piedra.

Doy fe de que vi bastantes casas arregladas.

En Madoz te encuentro como "Cortijos de los Zapateros: Caserío en la provincia de Albacete, partido judicional y jurisdicción de Vianos"

Pero intento rastrearte y en mapas veo que antes te llamabas Caserío del Toconar.

¿Cuándo te cambiaron el nombre?

Ya serán las pendientes las que confieran a tus callejas ese aire apretado dentro de un pequeño laberinto que más arriba se dará suelta al monte.

El otoño se deja colgar en tus racimos.

Tengo que dejarte por un buen rato. Cuesta apartar la vista de este imponente fresno.

"El corazón del otoño debe haberse roto aquí y derramar su tesoro sobre las hojas"

Charlotte Bates.

Y como es de costumbre ahí seguimos recogiendo datos sobre qué enormes son las nogueras en tierras de Albacete.

Entramados de feria, parecéis, nueces por luces, ramas por cableado.

No os he dicho que voy en busca del pequeño pantano que hay más allá de la aldea.

Estoy en el Camino de Zapateros al Barrancazo.

Es este último un puerto a 1429 m. entre la carretera de Vianos a Paterna del Madera.

"El otoño es del corazón y en el se queda para siempre"

Alfonso Solá González.

Es un camino ideal para sensibilizarse con la naturaleza, tiene mucho de aprendizaje, de veneración.

Sauces antes de despedirse de sus hojas.

Este camino no solo va al puerto, se bifurca para llevarnos a Vianos.

Y lo más atractivo es que te traslada cerca del Almenara y un sinfín de montañas que te hacen "tocar el cielo"

"Estaba escrito que no había nacido para ser feliz y que nunca podría llegar a saborear el fruto que aquella primavera tardía había llevado a su corazón. Supo entonces que viviría el resto de sus días en el otoño perpetuo de la soledad sin más compañía ni recuerdo que el anhelo y el remordimiento..."

Carlos Ruiz Zafón.

Esta presa tiene una capacidad de 0,59 Hm3 y una superficie de 6,7 Has.  Es alimentada por varios arroyos que parten de las cadenas montañosas que abrigan los recodos de esta bellísima sierra.

Hay que llegar hasta aquí para dejarse embelesar por esta laguna-pantano-espejo. Simplemente maravilloso el momento en que la ves.

Todo parece detenerse en un instante.

De vuelta admiro de nuevo las secuencias del otoño en todas sus manifestaciones.

"En llamas, en otoños incendiados, arde a veces mi corazón, puro y solo"

Octavio Paz.

El "quitameriendas" siempre presente.

"La memoria del árbol: se la lleva consigo el último pájaro que en otoño vuela lejos"

Fabrizio Caramagna.

Me alegra comprobar que estos campos está trabajados, que Zapateros nunca se perderá como otras aldeas donde el abandono las ha usurpado.

De visita obligada, porque hay lugares donde

se bebe paz en silencio.

Disculpen que no mostrase antes su fuente, al detalle.

Y qué me dicen del porte y elegancia de su fresno.

Y de cómo lo viste el otoño de un amarillo encendido.

"No ames lo que eres, sino lo que puedas llegar a ser"

Cervantes.

Ya arriba me dejo llevar por un paisaje de ilimitados horizontes quebrados por montes.

Un acierto dejarse vivir aquí.

Desciendo por la parte antigua de sus callejas.

Blanco y azul omnipresentes en fachadas.

Hasta entroncar con sus espléndidas encinas.

El descenso de nuevo se pinta de amarillo.

Y a la salida siguen dando pinceladas de color los escaramujos y espinos.

LOS MAPAS:

Siempre me ha llamado la atención que estas aldeas pertenezcan a Vianos estando tan alejadas del pueblo.

En este mapa antiguo podéis observar cómo nuestro Zapateros se llamaba El Toconar.

Unos años más tarde ya aparece como Zapateros.

¿Veis esa senda al Ojuelo?, otro día os hablaré de ella.

1 de noviembre del 2020.

Dedicado a mi amigo Miguel Mesa por lo que le une a estos pueblos, más de lo que él se imagina.