"Así es la nostalgia: un lento baile circular. Los recuerdos no se organizan cronológicamente, son como el humo, tan cambiantes y efímeros, que si no se escriben desaparecen en el olvido"
Isabel Allende.
No es mi intención aquí y ahora el entregar una ruta hacia este par de montañas que se abrazan a una altura por encima de los 1750 m.
Trato de no dejar escapar la bienvenida al otoño, mi estación preferida. Era el momento de retomar los viajes, varados allá por finales de mayo.
Pero una anda siempre envuelta en nostalgias. Esos obstáculos que te frenan el caminar.
Como dos cariños lejanos, mi hijo y estas montañas, todas las montañas, a todos, en distinta intensidad, os echo mucho de menos.
¿Y por qué regresar con un paisaje nevado?
¿Y por qué partir de una excursion pasada?
La nieve se adhiere con extremada calidad a los más gratos recuerdos.
Y habrá que poner alguna vez orden a los viajes hechos.
"Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida"
Mario Benedetti.
¿Qué cuantas veces he subido a veros?
En solitario habrán sido unas 4.
En compañía, una sola e indescriptible.
"No te rindas, que la vida es eso: continuar el viaje, perseguir tus sueños..."
Mario Benedetti.
La subidas recorren los trechos que se aprovisionan de fragancias, de matices, de lo que convierte en singular la más elevada de las inquietudes.
Necesito de vosotras, de ese método de escalar por senderos, para arribar a los puertos-precipicios que me ayudan a avistar esos puntos lejanos donde te encuentras. Una mira el horizonte avivando llamas para ser requerida.
Y trazar, nunca dejes de trazar sendas que te lleven a los confines donde puedas escuchar que te echo mucho de menos.
Descríbeme los pasos dados, ganemos al tiempo pasado la partida.
¿Nos veremos?
Un aire cálido y helado, ¿lo notas, hijo?
Son las palabras que nunca se dijeron, intentan alcanzar las nubes. Te lloverán gotas de otro lugar, te contarán historias, detente a escucharlas.
Remontar hasta aquí, debo hacerlo, porque ver desde donde vimos, nos hará ganar tiempo.
¿Se puede aniquilar la esperanza?
"Nuestra vida es una esperanza que se convierte continuamente en memoria y la memoria engendra esperanza"
Unamuno.
22 de febrero del 2016.
A mi hijo.
Chris Rea: "Looking for the summer"
Parece qué me pongo de acuerdo con Tigo sin saber nada, mi intuición me dice que mire tu blog, dado por hecho me he encontrado con estas bonitas palabras será por las cosas que tenemos en común.
ResponderEliminarQue nostalgia cuánto sentimiento,cuánto dolor para una madre estar tanto tiempo sin ver a un hijo,amor que marca esta entrada una madre a su hijo, por supuesto que llegará el día de veros vas a dejar unas huellas que jamás las olvidará ni tu hijo ni toda la gente que te seguimos en este precioso blog y que decir de esas fotos tan bonitas, emotivas, preciosa entrada preciosas fotografías y por supuesto mi enhorabuena una vez más un fuerte abrazo amiga.
Gracias amiga mía, es cierto que nos unen, entre otro montón de cosas, el hecho de que nuestros únicos hijos estén lejos, por ello nos entendemos mejor.
EliminarTuve que "aparcar" este blog por la avalancha de trabajo que nos vino a todos encima.Me di cuenta, aunque tarde, que dejaba escapar el inicio del otoño, y deprisa, como volando a esas alturas que contemplas en las imágenes, escribí esto, porque siempre diré que escribir te ayuda a seguir adelante. Un abrazo.
Es tremenda la nostalgia que destila este relato envuelto en nieve, como si esa nieve que se extiende montaña arriba te llevara a conectar de una manera más vívida con tu hijo. Llega el otoño y todo cambia, y los recuerdos nos abruman, trayéndonos de una forma real y mágica a la vez a los que se encuentran lejos de nosotros. Tus palabras, cargadas de una infinita melancolía, se funden con unas fotografías en las que predomina el blanco, un blanco lleno del fulgor de la esperanza. Mucho ánimo y enhorabuena por esta nueva entrada, que, como el otoño, nos llena de nostalgia y de emoción. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSiempre gracias, amigo mío, a ti también te llena de nostalgias el otoño. Serán los colores, el paso del tiempo nos deja huella pero las estaciones siguen con su ritmo, inquietas pero a la vez con la serenidad de lo que debe ser imperecedero. Un abrazo.
EliminarContándole historias tan cargadas de amor te encontrarás siempre junto a él y él junto a ti. Sigue contando, amiga mía, para no perderte en la nieve de las soledades.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Elías por esas emotivas palabras que envuelven las soledades acunándolas en la memoria, un abrazo.
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