DE VIAJE AL PASADO, MIRANDA DEL CASTAÑAR (SALAMANCA)

 

"El pasado es un prólogo"

Shakespeare.

Esta entrada surge tras los vaivenes de ciertas inquietudes, presentar los más de 50 blasones que existen en la localidad, como un modo de catalogarlos. Surge también como homenaje al silencio admirable de sus calles medievales y surge como punto y partida de excursiones que el tiempo impidió que hiciera, como un punto y aparte, se me queda embastada esta localidad que declama hermosas historias en cada rincón que hallemos.

Veo a Miranda como un inmenso tablero de juego, las casillas: los blasones, las inscripciones de sus dinteles... Pero con salidas, vías de escape al jugador para adentrarse en la oscuridad de sus callejones, en el marco sencillo de su templo parroquial o en las veredas que unen pueblos desde antiguo.

Se nos plantea a Miranda como un juego, el ir en busca de signos y símbolos adintelados.

¿Cuántos hallaremos?

Fábrica de chocolate.

Esta vivienda se lleva la palma, tres escudos posee.

Casa del Escribano.

Iglesia de Santiago y San Ginés de Arlés (XIII-XIV)

Entremos:

"Tres Marías"

Sigamos callejeando.

Casa Consistorial.

Alhóndiga de Miranda.

Cruz de la Orden de Malta.

Siglo XVIII.

Habrán observado que también hay de los siglos XVII, XIX y XX.

"Morituro satis"

"Suficiente para los que van a morir"

FUENTES:

MADOZ NOS DICE:

"Villa con ayuntamiento, adm. subalterna de rentas estancadas y com. de armas del part. judicial de Sequeros, aud. territorial y c. g. de Valladolid. Se halla situada en la sierra de Francia, en la cúspide de un cerro de bastante elevación por todos lados, menos por el del E. en que el terreno inmediato á la población es un poco mas alto que esta; goza de clima no muy frío, y no se conocen enfermedades endémicas. 

Se compone la población de 330 casas cercadas de un muro de bastante espesor y altura, con 4 hermosas y sólidas portadas mirando á los 4 puntos cardinales, encontrándose a un extremo de la villa en el lado del E., castillo de antigua construcción, cuyas paredes exteriores se encuentran aun en regular estado. 

El piso de las calles es bastante desigual, y á excepción de una, las restantes son pendientes, estrechas y poco claras por lo elevado de las casas; la de la municipalidad que aun está sin reedificar desde que fue quemada por los franceses en la guerra de la Independencia, es hoy la del pósito que no cuenta existencias de ninguna especie, cuyo salón es bajo, oscuro y húmedo; hay una cárcel en estado ruinoso, escuela de primeras letras, concurrida por 100 niños y dotada con 200 ducados; existe un hospital cuyas rentas son bastante escasas.

Iglesia parroquial con título de vicaría y antes de arciprestazgo, servida por 1 cura ecónomo de término; está dedicada al Apóstol Santiago, siendo el templo de estructura gótica con 3 pequeñas y poco elevadas naves, y 1 cementerio que en nada perjudica á la salud pública. 

A la salida de la villa y casi en la terminación de la elevada cuesta que hay en dirección S., se ve el santuario denominado de Ntra. Señora de la Cuesta, cuya imagen es de gran devoción en el pueblo, y tradicionalmente se cree se apareció en aquel punto. 

Confina el término por el N. con Villanueva del Condado y Garcibuey; E. Santibañez de la Sierra; S. Sotoserrano y Cepeda, y O. Mogarraz; su extensión es de 1 1/2 legua de N.ó S., y de 5/6 de E. á O.; en él se encuentran diversos manantiales de excelentes aguas que sirven para el gasto de los vecinos de esta población. 

Río Francia.

Pasan el término el arroyo Donvives que corre de N. á S., y el de San Benito que lleva su curso de E. á O., las aguas de este, antes de confundirse con las del río Francia, riegan diferentes trozos de tierra. El río anteriormente mencionado, lleva su curso por las inmediaciones de esta villa, que por la parte O. de la misma se le cruza por un puente de piedra. El Alagon pasa en dirección á 1 legua de aquella en dirección N. á S.; tiene un hermoso puente de piedra pizarreña en la calzada que va á Béjar y Salamanca. El término es montuoso, quebrado, tenaz y pizarroso, muy poco de regadío, y una gran parte inculto destinado á pastos, tiene muy poca arboleda, reduciéndose á alguna mata pequeña y olivos y árboles frutales.

Caminos: la calzada de esta parte de la sierra á Béjar y Salamanca, en muy regular estado, merced a los trabajos en ella hechos desde el año 1842; en el día ya transitan carruajes; el camino hecho en la cuesta que baja al puente de Francia es ancho, pudiendo subir por él carros, los demás transversales de pueblo á pueblo. 

La correspondencia se va á buscar á Sequeros 2 veces en la semana. Producción: vino, que constituye la principal riqueza, aceite, trigo, cebada, castañas, frutas, lino, patatas y berzas; hay ganado lanar, vacuno y cabrío, aunque en corto número y caza mayor de jabalíes, corzos, venados, perdices y conejos. Industria: la agrícola, algunos telares de lienzo y 3 grandes lagares de vino. Población: 284 vecinos,

1.128 almas..."

RUTAS:

-PRSA-11 Monforte- Miranda del Castañar.

Ruta lineal. De 6, 8 km.

Unas 2 h. 30 min.

Dificultad media.

-Son tres manantiales del siglo XVI. Accedemos a ellos por la parte baja del pueblo, atravesando la carretera. Veremos:

"Tres fuentes, una con pilar que perdió su coronación y otras dos en arca bajo bóveda de mampostería, con la posibilidad de cerrarse mediante puertas de madera..."

Cartel.

Sumamos estos dos escudos a los existentes en la población. Hemos sobrepasado en número los cincuenta.

-Camino de los enamorados.

GR 10 E7 (tramo Pinedas- Miranda del Castañar)

Dificultad media.

"Este tramo de unos 12 km. ha sido utilizado por arrieros, así como en la trashumancia, hasta tiempos recientes. El trazado, de origen romano, fue ya en esa época señalizado y empedrado, con el fin de extraer de esta sierra el oro de Las Cabenes..."

-"Camino de los Prodigios"

Circular, 11 km., unas 4 horas.

-"Camino de los Rodales"

Circular,  7,1 km. Unas 2 horas.

A enero del 2023 nuestra Miranda del Castañar tenía 392 habitantes.

La sensación que tiene el viajero que se deja atrapar por el ambiente medieval que el pueblo no ha perdido es de una soledad murada, como si las paredes que atrapan las viviendas en su contorno también lo hicieran con el viajero. 

Descender con el paso apretado por sus callejas empinadas, detenerte cuando la vista alcanza un detalle que en nada difiere con ese ambiente tan histórico. Porque eso es Miranda, una villa que se ha quedado anclada en el pasado y por eso entusiasma, por eso se hace querer.

Aconsejo dejarse perder, no llevar ningún orden fijo, pasear a primera hora de la mañana y al atardecer, a la espera de las primeras luces que darán un color anaranjado a las murallas que adormecen en su interior las viviendas del pueblo.

Y cuando se sienta cansado, porque llegará el momento que Miranda le abrumará, no dude en dejarse caer por el bar La Mandrágora, entrará de nuevo en otro mundo, la sugestión permanecerá mientras, tras la ventana, la mirada alcance la solitaria Peña de Francia.

Septiembre-Octubre 2023.