sábado, 20 de junio de 2020

POR EL VALLE DE MANZANEDO. BURGOS.


"Si de algún modo existo, si no soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor de...Para llevar a término ese drama, que puede justificarme y justificarte, requiero un año más. Otórgame esos días, Tú de quien son los siglos y el tiempo..."
"Artificios" de Jorge Luis Borges.



Dejemos paso a lo que otros escriben sobre ti, porque yo poco puedo añadir. Desde aquí nos acompañará el interesante artículo de Iñigo Muñoyerro sobre el valle.
"Las Merindades de Burgos están salpicadas de rincones secretos y sorprendentes...Uno de estos parajes es el valle de Manzanedo, próximo a Villarcayo y con un entorno natural que ha llegado intacto hasta nuestros días...




Los viajes nunca culminan y las piedras, en su inestable forma de ruina multiplicada, alientan al viajero a remontar el curso del tiempo, como si retroceder le diera la perspectiva de recrearse en la realidad vencida o en la vana imagen que descuellan los silencios de lo arrasado.
Porque esta entrada sobre Manzanedo va dedicada a todo lo que hermosea bajo el nombre de "ruina", porque bajo cada capa, bajo cada huida, hay cientos de historias que aún no han dejado de latir.
No puedo dedicar el espacio, ingente, que necesita Rioseco, si la visita ya fue extendida, remontarme a lo admirado daría para páginas que no estoy preparada para escribir. La web Monasterio Santa María de Rioseco hace una enorme labor, solo entren en su página y comprueben como este lugar dejó de pertenecer a la indiferencia.




Santa María de Rioseco fue el cenobio cisterciense más importante de Castilla...Era un conjunto imponente. Al templo del siglo XIII se añadía un equilibrado claustro herreriano edificado sobre el primitivo románico. De aquello queda el recuerdo...
Tuvo guarda hasta los 60 del pasado siglo. Luego quedó abandonado. Vinieron el saqueo y la degradación. Muros y techos se derrumbaron...
Un grupo de voluntarios encabezados por Juan Miguel Gutiérrez,
párroco de Manzanedo, se propusieron salvarlo. Cortaron 300 árboles e iniciaron la reconstrucción que continúa hasta nuestros días. Rioseco ha resurgido de sus cenizas y visitarlo es una experiencia inolvidable.




El río Ebro articula el valle. Llega remansando después de atravesar el desfiladero de los Tornos.




Se sitúa a orillas del Ebro, en el cruce de Argés a 4 km de Rioseco, en la carretera que va de Incinillas a Manzanedo. Hay un letrero y un pequeño aparcamiento que también utilizan los pescadores.



Se sube por un pequeño sendero que arranca desde la misma calzada.



Es un mirador privilegiado a 30 metros de altura sobre el río.




Los eremitas del siglo VIII aprovecharon esta ladera orientada al sur para excavar en la roca arenisca un templo con bóveda de cañón y ábside de herradura.




El culto continuó hasta el siglo XII y luego pasó al cercano monasterio de Rioseco.




San Pedro fue abandonado. A pesar de los derrumbes se conserva en buen estado. De fácil acceso es ideal para ver la puesta de sol.




Estos primitivos cristianos es posible que huyeran del mundo y de sus vanidades siguiendo el ejemplo de los padres de la Tebaida. Quizá fueron perseguidos.




Argés está tres kilómetros más arriba. Es un pueblo tranquilo, con una buena fuente y el templo románico de Santa Eulalia de Mérida (¿mozárabes en Manzanedo?) en un extremo de la plaza"
Iñigo Muñoyerro.




Me enamoró Argés en un primer vistazo y eso que nada sabía de su recuperación. Me pareció que a este pueblo se le quería como debía ser con cada población a la que perteneces.
Doy paso a otro buen artículo, esta vez su autor es A. Castellanos:
"Los vecinos de la localidad han recuperado juntos su iglesia, antes en ruina, y todo su patrimonio. En el censo solo hay uno, pero en la realidad trece familias velan por su futuro.
"Lo importante es querer, no el dinero" Con esta sencilla frase resume Máximo Miguel García, de 75 años de edad, el espíritu del que en el Valle de Manzanedo llaman "el milagro de Argés"




Maxi, como le conocen todos, es el único vecino empadronado en Argés y el único que pasa en el pueblo todo el año.




Hace diez años, un vecino arregló un poco su casa y como sucede en muchos casos se produjo un efecto dominó que llevó a mejorar otras fachadas y jardines.




Aquí en Argés hay que dejarse llevar por el color, por las flores, por los detalles.
Obtuvo el primer premio del Concurso de Patrimonio Urbano Rural en la categoría de entidades locales con población inferior a 50 habitantes.




La casa del concejo, la hornera, el lavadero...Hasta que decidieron arreglar su iglesia.



Una iglesia por 9.000 euros. "Cuatro veranos sin parar de trabajar durante julio y agosto", como recuerdan los vecinos, dieron un resultado que pocos sabrían diferenciar si es fruto de un trabajo profesional o no. La iglesia había perdido su tejado. En el interior crecían árboles. Solo se conservaban la espadaña, parte del ábside románico y de los muros.
Con solo 9.000 euros- 5.000 donados por el vecino fallecido Ricardo González-, que se destinaron a la compra de materiales, los vecinos lograron levantarla por completo. La primera misa se celebró hace tres años con el suelo de tierra. En 2011 se reinstalaron sus antiguas campanas, que estaban custodiadas en Manzanedo desde que su párroco las quiso vender y los vecinos se lo impidieron...




El valle de Manzanedo y sus quince pueblos sumaban en el último padrón oficial a 1 de enero de 2012 tan solo 152 vecinos, pero en 1930 contaba nada menos que con 1.010 habitantes. En 1970 la población ya había caído a 286 personas tras el éxodo a la cercana Vizcaya. Pero en Argés quieren conservar todo el patrimonio que les legó su historia"
A. Castellanos.




Fueron dos otoños seguidos los que me llevaron a Las Merindades. Siempre andaba alrededor del valle de Zamanzas pero a veces los carteles nos hipnotizan y nos piden que les sigamos.




Así fue como llegué a San Miguel de Cornezuelo.




"Se organiza alrededor de una calle medianera que es atravesada por la carretera y que antaño era el camino que conducía hacia el Paso de la Nava. A sus márgenes se disponen hileras de casas montañesas adosadas, de tres pisos con solana provista de cortafuegos, levantadas en su mayor parte en el siglo XIX y que guardan una compacta unidad arquitectónica"
Mariano Cano Gordo.




Quisiera que el lector se detuviese en el artículo de "Burgos.conecta.es": "La trágica historia del cornezuelo y su vinculación con Burgos"




En él se menciona la terrible enfermedad provocada por el cornezuelo del centeno llamada "Fuego de San Antonio"
Trata de explicar la etimología del apellido de San Miguel.
Y esto viene a cuento porque por estas tierras donde habito, tan lejanas a Burgos, también se le temía, es natural, y nunca se cosechaba el centeno cuando hubiese tormenta. Este cereal se procuraba que nunca se humedeciera porque a diferencia de otros, el centeno mojado desarrollaba el hongo que más tarde mataría a quien lo ingeriese.




Mientras paseo por el pueblo, quizás de los pocos donde vea gente, voy dando cuenta de las hornilleras, colmenares a modo de ventanas en las casas.




Las letras y números pintados en sus piedras.




Y los indicadores de senderos que dejaré anotados para la posteridad.




Pero será el desvío, que más tarde encontraré, el que esa mañana la haga especial. Retomo el artículo de "Burgos.conecta.es":
"...el pueblo guarda con celo varios tesoros. Quizá el más espectacular sea su iglesia, es posible que la mejor de todo el románico noroeste de la provincia de Burgos...



El tímpano del templo muestra una tosca imagen de San Miguel que batalla contra un monstruo, una representación del diablo- quien sabe si el mal del cornezuelo representado en ese engendro-, sobre el árbol de Jesé conocido como el del bien y del mal.




Su cuidado ábside con canecillos y ventanas por las que se cuela en su interior una escasa luz.




Su fuente que brota desde los mismos pies de la iglesia; y las estelas funerarias que hay en su exterior, convierten a la de San Miguel, en una de las más bellas del entorno. Y una figura extraña que después se extendió a otros templos, la sirena de dos colas"




A mi favor, si eso es posible, puedo decir que observé los canecillos, pero no todos, la culpa la tuvo esta fuente. A partir de aquí dejé de admirar el templo y me fui tras la corriente.




¿Cuántas veces habré encontrado una fuente junto a una iglesia?




Y bajando por el fresquísimo sendero me preguntaba ¿qué fue antes, la iglesia o la fuente?




Y aquí dejé que el tiempo trascurriera ya sin pasos, ya sin cargas.




Y me dejé, más tarde, llevar por la intriga, y hasta donde fue posible, descendí.



Hay lugares, demasiados, de los que cuesta partir.




"Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:
-¿Cuánto tiempo has estado aquí?
-Un día o parte de un día-respondió"
Alcorán, II, 261.




Y el viaje siguió hacia otros destinos.




¿Y qué recuerdo de Consortes?




Ese rato de charla que esperas hallar en algún pueblo y que raramente encuentras. Y aquí, la dueña de este hermoso jardín, me hizo admirar la elegancia de sus flores.




Madoz dejó escrito que allá por el siglo XIX la población contaba con 30 almas y 20 casas...




"...una iglesia bajo la advocación de San Pedro, servida por el cura párroco de San Miguel..."




Y di una vuelta para reconocer que los pueblos que se quedan sin vecinos, en 2019 contaba con solo 3, prevalecen muchas veces en cuidados, porque duele y mucho tener que abandonar tu hogar.




Y el valle de Manzanedo se extendía más allá de la desmemoria.




Y sigo justificando el viaje, como si eso tuviera que pasar por este trámite.
Ahora estoy en Manzanedo, la capital del valle.




Y un nuevo eremitorio me hará seguir tras él.




Pasando por el cementerio.




Por un sendero que a su vez me hará recordar otros muchos que algún día seguí.




Hasta que ganando altura y perdiéndome, tendré que, con tristeza, darme la vuelta.
"En Manzanedo y al lado del Ebro se reunían los componentes de las Juntas Vecinales formando un círculo de pie, mientras que en las localidades aledañas del Valle del Rojo oficiaban juntas paralelas subordinadas a las de Manzanedo, como era costumbre, bajo la sombra de un árbol"
Mariano Cano.




Voy amparándome en la sombra alargada de sus viviendas con solana.



Y sigo buscando amparo junto a Santa Marina, de origen románico, y a la sombra de su morera.




"...fue antiguo asentamiento de castro prerromano sobre uno de los montículos cercanos al pueblo, del que perduran los restos de su muralla defensiva. Siglos más tarde, durante la época altomedieval, los eremitas excavaron un vetusto templo rupestre en la roca arenisca de la ladera de un cerro cercano..."
Mariano Cano.




Y bien desandado el camino, con pena por lo que dejo sin ver, me refugio en la sonoridad de su fuente.




Os dejo con el cartel del eremitorio Cueva del Moro o del Hoyo.
Viajar y ver.



Y ya en Cidad de Ebro a la que se accede por un puente moderno, me dedico a rebuscar todo lo que lleve el saber de lo antiguo.



Todos los caminos llevan a Santiago y desde aquí no iba a ser menos. 



San Román es la advocación de su iglesia.



Se reedificó en el año 1603. Parece ser que lo que vemos son los restos de un monasterio.

Continuará...

Octubre 2017 y 2018.

Imprescindibles:
-El Correo: "Los rincones secretos del Valle de Manzanedo" de Iñigo Muñoyerro. (22 de mayo de 2015)
-Diario de Burgos: "El milagro de Argés" de A. Castellanos (7 de abril de 2013)
-Web Monasterio Santa María de Rioseco.
-Burgos.conecta.es: "La trágica historia del cornezuelo y su vinculación con Burgos"
-"Rutas para descubrir. Las Merindades de Burgos" de Mariano Cano Gordo.



4 comentarios:

  1. Ese continuará me gusta siempre nos quedamos con la intriga de mas y mas, bellísimas fotografías algunas que raras, muy buena entrada siempre superandote Rosa un abrazo.

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    1. No tengo más remedio que continuar, por dos razones, porque aún no he conseguido localizar las fotografías de los pueblos del valle y porque siento un cariño especial por esta tierra, muchas gracias, un abrazo.

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  2. Durante esta entrada he sentido envidia de Max, el único vecino permanente. Gracias por dar voz a tanto encanto.

    Un abrazo.

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    1. Siguen adelante muchos pueblos con un solo habitante, he conocido unos cuantos, y el esfuerzo y cariño de los que allí permanecen, quisiera que aquí quedase reflejado, muchas gracias, un abrazo.

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