Supuse que era él, su trastabillado caminar, agarrando con precisión su gastada garrota de avellano, de escasa estatura, siempre cabizbajo, sin puerto ni faro donde atracar.
Pensé que era él, en una primera impresión, la que esperas con tanta cautela que vuelva a desestabilizar tu ya maltrecha memoria.
Los árboles de copas intermitentes, de líneas cimbreantes, cubrían la mayor parte de su encorvada figura. Salía o escapaba del molino de Butrera, cada mañana bien temprano.
"...Butrera hacía de límite al arciprestazgo de Medina, puesto que el resto de la Merindad de Sotoscueva se incluía en el de Espinosa-Montija. En 1566 había peste en Villarcayo, así que el concejo de Villarcayo envió un emisario, al que pagó por su gestión real y medio, a Butrera para saber si dejarían entrar a la gente de Villarcayo, porque se temían que no fuese así. Algunos vecinos llegaron a hospedarse en Butrera. En 1591 Butrera tenía 13 vecinos, 8 de los cuales eran hidalgos, 4 pecheros y un hidalgo..."
"Las Siete Merindades de Castilla Vieja"
María del Carmen Arribas Magro.
Cuando quise darme cuenta ya había traspuesto hasta el camino que lleva a la Virgen de Septiembre. Cada día una visita y si se terciaba, dos o más, algo tenía esta hermosa iglesia que tanta atracción le imponía.
La fijación es un rasgo en el camino para solitarios de mente y familia, exentos de intereses más allá de qué comer hoy, o dejarse espabilar por un mal sueño que estremece hasta la médula, y despertar con el mismo ahínco: Hoy ¿qué me ofrecerá el día?
La fijación es un rasgo en el camino para solitarios de mente y familia, exentos de intereses más allá de qué comer hoy, o dejarse espabilar por un mal sueño que estremece hasta la médula, y despertar con el mismo ahínco: Hoy ¿qué me ofrecerá el día?
Me refresqué en el lavadero mientras me oprimían los recuerdos de mi anciana madre con el cesto de ropa, el agua helada aún en verano, las manos agarrotadas, trabajadas por la ausencia de calma, "no hay lugar para el descanso, hija, si dejas que la vida se pase, el ocioso mala muerte encuentra. No quiero que la parca me halle sin labor", me decía.
Pensé, allí estaría bajo el atrio o dándole vueltas a las ventanas, descifrando las figurillas, atormentado por un significado que nunca acabaría de encontrar. Las luces de la sabiduría siempre andan a duermevela en los que fueron segados a hora temprana de la escuela.
Le veía, oculta entre los troncos recios de las nogalas, sacarle brillo al cartel como si así pudiera hacer que las palabras entrasen en su desconchado cerebro, malherido de ciencia inexacta, con hollín de ascuas mal apagadas.
"Se localiza en las afueras de la población, rodeada de prados y fincas de labor, próxima al río
Trema. Durante el proceso de la última restauración se descubrió una necrópolis medieval de tumbas
de lajas, ubicada en un afloramiento rocoso frente al hastial occidental. Exteriormente el templo
presenta una imagen compacta. A la fábrica románica, de finales del siglo XII, se le agregaron
distintas construcciones posteriores, en los siglos XVI y XVII, como la sacristía, el pórtico, la
espadaña y otras dependencias que modificaron significativamente su imagen externa. Los
elementos más singulares del exterior son el ábside y la portada. El primero, de caracteres
semicirculares, se articula en tres paños delimitados por contrafuertes prismáticos lisos, que parten
de un zócalo corrido y llegan hasta la cornisa. Cada uno de estos paños se presidía por una ventana,
de las cuales la más interesante, desde un punto de vista decorativo, es la central. En ella
encontramos dientes de sierras, cabezas humanas y otros elementos zoomorfos y vegetales.
Interiormente este vano funciona como hornacina en la que se coloca la imagen pétrea de Nuestra
Señora. Flanqueando a esta ventana había otras dos, ciegas en la actualidad, de las cuales solo
podemos ver, en el exterior, la del norte pues la meridional quedó oculta al construirse la sacristía. La
portada, que se levanta en el interior del pórtico, presenta arcos ligeramente apuntados, lo que
permite fecharla en torno a 1200. La decoración de las arquivoltas se realiza con elementos vegetales
y los capiteles muestran motivos antropomorfos y zoomorfos"
Turismo de Burgos.
Turismo de Burgos.
No quería asustarle, rompería su grácil recorrido, torcería sus intenciones, manidas desde chicuelo, desde que con siete años se le escapaba al padre de los montes y se iba a su iglesia a estudiarla, como el intuía, a dejarse llevar por los secretos que esconden los canteros cuando forjan sus piedras. Para él al principio solo era un juego, ser el inopinado historiador de los signos lapidarios. Con él siempre estarían seguras sus piedras, nadie se atrevería a rayar ni una sola esquina ni con navajas ni con un simple palo, el se creía el guardían de Santa María.
"...la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María..."
Repetía de corrido en su cabeza lo que su madre tantas veces le recitara.
¿Quién habría escrito tan bello poema?
"...la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María..."
Repetía de corrido en su cabeza lo que su madre tantas veces le recitara.
¿Quién habría escrito tan bello poema?
"...un relieve aparentemente reaprovechado en el que, pese a la erosión, se reconocen las figuras de Adán y Eva flanqueando el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Como suele ser habitual, ambas figuras aparecen desnudas, tapando pudorosamente sus vergüenzas mientras Adán se lleva la mano a su garganta"
Arteguías.
Arteguías.
"En el muro sur y cobijada por un pórtico moderno en cuya cara exterior fueron también reaprovechados algunos canecillos, abre su portada principal, conformada por tres arquivoltas de perfil apuntado y roscas decoradas con motivos florales, acantos y puntas de diamante que descansan sobre elegantes cimacios decorados a base de zarcillos entrelazados y hexapétalas inscritas en clípeos"
Arteguías.
Arteguías.
Aquí se dejaba caer cuando el estío apretaba las sienes hasta del más centrado, aquí con cuidado sacaba su merienda, alguna mora temprana, ciruelas siempre agridulces, manzanas que hollaban sus dientes torcidos. Aquí se dejaba vencer por el sopor del calor a la fresca. Aquí era rey y era vasallo. Monaguillo sin altar, angelote fuera de sitio.
"Las columnas, elevadas sobre prominentes plintos, rematan en capitales historiados en los que se reconocen además de motivos vegetales, un combate entre un guerrero y un ser monstruoso, dragones afrontados y la recurrente escena del caballero victorioso ante la dama..."
Arteguías.
Arteguías.
Con la misma delicadeza que una madre reconoce los rasgos de su hijo recién nacido, el pasaba sus torcidos dedos por los cantos de los capiteles. Algo de polvo, alguna brizna de paja, el viento arrepujaba las simientes entre los pliegues de la piedra cincelada como buscando cobijo, como internándose entre sus entrañas. El tocaba, con exquisita sensibilidad, para responder las preguntas que le acuciaban desde chico.
El era el que limpiaba con su pañuelo blanco, inmaculado, las estrellas que dejaron de batirse, de irrumpir entre los estrechos cercos de llave y cerradura.
No era el dueño del interior del templo, solo de sus cubiertas, de su caparazón. Era su vecino el que tenía el honor de abrirla.
Él nunca podría versionar la mágica puesta en escena de las obras de arte que escondía Santa María.
Él nunca podría versionar la mágica puesta en escena de las obras de arte que escondía Santa María.
"El ventanal del paño meridional fue mutilado y quedó semioculto al añadirse la sacristía"
Arteguías.
Arteguías.
"...una maravillosa colección de canecillos figurados en la que queda bien patente la pericia del segundo taller que recogió el testigo del primero, mucho más tosco y popular.
Entre otros motivos, identificamos a un jinete sometiendo con su espada a una criatura fantástica, arpías, seres híbridos de desafiante gesticulación, más mascarones o una encantadora representación de una figura pensante"
Arteguías.
Tan pequeño se sentía, tan sumiso ante los hombres del concejo. Las almas de los diez elegidos, el simbolismo de la perfección, rostros hieráticos sin expresividad, durmientes entre serpientes. Era aquí donde siempre el dudaba, si estas simbolizarían el infierno de esas almas condenadas o la resurrección. Era tan complejo el significado de este animal que lo sumía en dudas irracionales.
Todas estas palabras y más se habían sembrado en su mente tras escucharlas tantas veces escondido al otro lado del ábside.
Arteguías.
Tan pequeño se sentía, tan sumiso ante los hombres del concejo. Las almas de los diez elegidos, el simbolismo de la perfección, rostros hieráticos sin expresividad, durmientes entre serpientes. Era aquí donde siempre el dudaba, si estas simbolizarían el infierno de esas almas condenadas o la resurrección. Era tan complejo el significado de este animal que lo sumía en dudas irracionales.
Todas estas palabras y más se habían sembrado en su mente tras escucharlas tantas veces escondido al otro lado del ábside.
"...Mucho más elegante y complejo es el ventanal del paño central del ábside, configurado mediante un arco de medio punto doblado en cuya rosca interna fueron labrados dientes de sierra y en la externa una curiosísima sucesión de diez cabecitas humanas abrazadas por serpientes entrecruzadas que describen la forma de pequeños arquillos. Descansan sobre tres pares de columnas en cuyos capiteles identificamos una esquemática figura que parece representar la bestia apocalíptica de siete cabezas, un gloutón, dragones afrontados, de nuevo dos mascarones que emergen de la columna recordando a Siones y a San Pantaleón de Losa y, por último, lo que parece ser un batracio entre tallos de remate avolutado"
Arteguías.
Arteguías.
El miedo reinante en el románico le hacía esperar que algun día, no muy lejano, estas formas quietas lo atraparían en la caverna de las inquietudes eternas, si no conseguía antes descifrar sus enigmas.
Entre las ventanas cegadas al pensamiento, cerradas...a la voz, el se recluía como si ambos estuvieran mal acabados, a medio hacer.
Aquí me lo encontré una tarde, me sobresalté pero el dormía, quizás soñaba con ángeles, con tibias muescas de alas, con cimbras huérfanas, con rescoldos de lumbres apagadas. Quizás soñaba que era el guardían de la iglesia, quizás, ya con la voz por fin alumbrada, podría dentro explicar a los viajeros los secretos de Santa María, cada una de las lecciones que de cada piedra tallada se podían extraer.
Aquí me encontré una tarde su viejo sombrero de rafia, parecía perdido como su dueño. Fue el principio y fue el final.
Sé que aunque no le vea, estará dándole la vuelta, pronunciando cada premisa, resolviendo cada acertijo, lamentándose no ser piedra.
O quizás ya lo sea y por eso no le encuentro.
O quizás ya lo sea y por eso no le encuentro.
"En la provincia, diócesis, aud. terr. y ciudad g. de Burgos (15 leg.), partido jud. de Villarcayo(1 1/4) y ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, teniendo para su gobierno interior 2 regidores y 1 fiel de hechos. SIT.: En una ladera espuesta al viento N. dominado por varios cerros, con CLIMA sano: forman cuerpo de población. 20 CASAS de solo piso bajo, distribuidas en varias calles poco aseadas y sin empedrar: hay casa para el ayuntamiento, una buena fuente de cristalinas aguas; iglesia Parr. dedicada a Ntra. Sra. de la Antigua, servida por un cura párroco de nombramiento del ordinario y sacristán; y el cementerio en parage bien ventilado. Confina por N. Hornillayuso; E. Bedon y Torme; S. Villanueva, y O. Linares. El TERRENO es arcilloso y flojo, dividido en suertes de primera, segunda y tercera calidad, encontrándose en los montes que rodean el pueblo abundantes maderas para la construcción, y buenos pastos. El río Tormes pasa a 10 minutos N., el cual proporciona el riego necesario y da impulso á un molino harinero. No tiene otros CAMINOS que los de servidumbre, y la CORRESPONDENCIA se recibe de la administración de Villarcayo. PROD.: trigo, cebada, avena, yeros y legumbres; ganado lanar, cabrio, vacuno y caballar, y caza de liebres, perdices, zorros, lobos y osos. En la agricultura hay un molino con 2 ruedas y se estraen ganados é importan todos los frutos de que carece, de Medina, Espinosa y la capital del partido. POBL.: 7 vecinos, 26 almas.
CONTR.: con el ayuntamiento. Los propios consisten en una heredad de tierras que produce en renta 50 fanegas de trigo, muchas varas superficiales de egidos á los sitios de Ahedo y Sopeñilla, y mas de 8 leguas cuadradas en comunidad con los pueblos que componen las merindades de Sotoscueva y Valdeporres, donde se crian abundantes robles, hayas, castaños, encinas y mucha maleza"
Madoz.
"El PR-BU 34. Vuelta a Pantarra, pasa por Butrera, circular, inicio y final en Villamartín de Sotoscueva"
Turismo de Burgos.
Turismo de Burgos.
La coincidencia hizo que fuese septiembre, busqué en vano entre las nogalas, los ciruelos, entre las cáscaras impolutas que sus manos devolvían en montoncitos. Recalé en cada sombra buscando la huella de sus grandes zapatos, rebajados por la suela del derecho, como si su marca fuese la del maestro cantero de Santa María. Y acucié el paso porque entendí que él ya no estaría, no debajo, a la sombra, ni en la calma de la fuente, ni en la calleja escondido. Volví a la iglesia, quizás algún ángel le habría trasmutado al abrirle la puerta y le habría dado voz para que por fin, tras tantos años de ingrata mudez, pudiera ser el guardián de las palabras de Santa María de Septiembre. Y ya ebrio de sabidurías, crecido como los tejos que embellecen los templos, sería maestro y alumno.
Me fui a buscarlo a la iglesia, allí el sol ya no podría tostar más su faz bonachona y tierna. Hacia allí redirigí mis pasos para entrar por primera vez con él en la iglesia.
A lo lejos, sí, allí a lo lejos, en el molino de Butrera, cada mañana vuelven a oírse unos pasos que se deslizan entre las primeras hojas que caen en septiembre, ahora descalzos, como para no despertar a nadie, buscando la anticipación a mi salida, pero no importa una vez más lo alcanzaré en Santa María.
Septiembre 2018.
Me fui a buscarlo a la iglesia, allí el sol ya no podría tostar más su faz bonachona y tierna. Hacia allí redirigí mis pasos para entrar por primera vez con él en la iglesia.
A lo lejos, sí, allí a lo lejos, en el molino de Butrera, cada mañana vuelven a oírse unos pasos que se deslizan entre las primeras hojas que caen en septiembre, ahora descalzos, como para no despertar a nadie, buscando la anticipación a mi salida, pero no importa una vez más lo alcanzaré en Santa María.
Septiembre 2018.
A todos los que conocí en las Merindades.
Imprescindibles:
Turismo de Burgos
Wikiburgos.
Turismo de Burgos
Wikiburgos.
Arteguías. Jose Manuel Tomé.
"Las 7 Merindades de Castilla Vieja" de María del Carmen Arribas Magro.
"Las 7 Merindades de Castilla Vieja" de María del Carmen Arribas Magro.
Bonita entrada Rosa, en una ocasión cuando me dijiste que ya no ibas a escribir me entristeci, por qué a los que nos gusta leer y seguir los blogs es un privilegio teneros a vosotros, preciosa entrada y preciosa fotografías, en este caso le ha tocado a Burgos Castilla la vieja como siempre espectacular un abrazo Rosa y a seguir así escribiendo que a ti te da vida y nosotros nos entretienes.
ResponderEliminarEs que el desánimo pesa mucho, muchas gracias amiga, un abrazo.
EliminarEl otoño va siempre asociado a todo tipo de nostalgias, y con razón. Su trémulo y colorido paisaje nos hace recordar historias que un día vivimos o que otros vivieron, siempre con esa sensación de que no importa que el tiempo pase si lo que se ha vivido merece la pena. Eso nos transmites magníficamente con esta nueva entrada, donde un misterioso y sinigual personaje nos va guiando entre las piedras de la Iglesia de Butrera contándonos sus anhelos, sus esperanzas y sus ansias de conocimiento. Alguien tan esencial como la tierra misma que nos adentra en los silencios del románico de forma brillante y sobre todo, con una sensibilidad fuera de límite. Tus textos vuelven a emocionar, vuelven a envolvernos en la magia de lo que viviste, de lo que tan bien percibiste, y nos lo cuentas de tú a tú, haciendo que prestemos atención a tus palabras dejándonos absortos en ellas. La iglesia de Butrera, originalmente románica, con sus bellas y originales formas es un edificio hecho no solo para la oración, sino para el descanso y el regocijo de cualquier peregrino que se adentre a descansar entre sus piedras. Muchas gracias por esta bella entrada, por tus fotografías y por tus textos, que nos conmueven a base de poesía y emoción. ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarEl texto es una alegoría, en el que suscribo todo lo que el hace como si yo lo hiciese, porque realmente es así como veo estas iglesias, desde fuera; y la mudez del protagonista es la mía, el habla quebrantada por la timidez, por ser incapaz de ir a buscar a alguien que me abra la puerta. Me conformo y pienso y sueño que yo también cuido de estos templos, a mi manera, y busco en cada piedra esa simbología que luego las fotografías captan como sutil recuerdo.
EliminarMuchas gracias por este comentario que como siempre agranda más el lugar, por pequeño que sea; con esas palabras que solo tú sabes dar a lo sencillo. Un abrazo.