sábado, 4 de noviembre de 2023

TRAS LOS PASOS DE LA VEREA POR EL PUENTE MOCHO. BEAS DE SEGURA. (JAÉN)







"Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo"

Julio Cortázar.



Creo que si alguien nos puede explicar el hecho de ser dueño de nada o de todo, esos son los pastores.
La mañana es fría pero no demasiado, en el asiento una nota: "Salida 206, rotonda y primera salida y luego, camino a la izquierda". He quedado que entre las 8-8.15 h. estaría allí, es la hora aproximada en la que las 2.500 ovejas pasarán por este puente de origen romano.
Es Miguel Mesa una especie a extinguir, un hombre arrollador, de esos que no tenían más remedio que ser pastor porque en este oficio se vive el ser maestro y ayudante a la vez.
Quizás todo empezó con este puente, había que rehabilitarlo y él, y mucha gente más, movieron "Roma con Santiago" y lo consiguieron; y una cosa llevó a la otra, porque por este puente desde siglos los pastores trashumantes llevaban sus ovejas en las dos vereas anuales, y para comprenderlo, (porque si no pisas el suelo no hay entendimiento que valga), Miguel, se quiso hacer pastor, y para ello, verea tras verea, fue escalando puestos, o mejor, enseñanzas, como si de cursos en el "bachillerato de la vida" se trataran y acabó convirtiéndose en uno más, porque con estas gentes, buenas gentes, no hay jerarquías, hay compañía, amistad, igualdad de intereses. Conlleva, este humilde oficio, una forma de ser y de pensar que se pierde, por desgracia, pero que debería producir contagios. Quizás todos y cada uno podríamos apuntarnos a un curso de iniciación a la vida sencilla, donde los ajetreos sean los preparativos de una jornada donde los maestros serán tus mejores amigos.




Paso por alto el camino por el que descendí pues a la vuelta me detendré con detenimiento. Ahora es el momento, tras hablar con los pastores, de conducirme hasta esta privilegiada atalaya, la Venta del Puente Mocho, desde la que podré ver las ovejas llegar.




No soy la única espectadora, sí que soy la que se sitúa en el altozano, la que mientras oye el dron revolotear, intenta atrapar los primeros ecos del sonido de ovejas y cencerros que se aproximan. El pelotón de llegada pasa a la altura del cortijo. Desde aquí dejo puntos suspensivos porque intento que ustedes, los que leen, se hagan una idea de este paso de 2.500 ovejas por un puente romano, en su origen.





La trashumancia hay que entenderla no como espectadora, sino como acompañante. Pero por algo hay que empezar.





Un hombre y su caballo abren el cortejo.





Ordenadamente pasan las ovejas, algunas asomándose al pretil del puente.





Ahora siguen su camino, nunca se desvían, saben a donde dirigirse.





Creo que fue aquí donde me di cuenta de que no solo se irían ellas; partirían, sin remisión, un aluvión de imágenes que traspasarían esa línea que separa el corazón del entendimiento.





Si preguntásemos al propio puente cuántas vereas ha visto.





Llega el momento en que faltan las palabras, te oprime una felicidad distinta a cualquiera antes conocida.





Pienso en cuantas gentes se han sentado aquí para contemplar tal maravilla.





Junto a ellas van los "mansos" , "machos cabríos castrados, a los cuales se les coloca un cencerro cuya finalidad es hacer de guías en el rebaño por ser especialmente pacíficos"

Miguel Mesa.





Observen el orden.





Quiero recordarlo así.
Piensen que esta entrada, aunque anclada en aquel diciembre del 2018, la he retomado ahora porque no debía "morir en el cajón del olvido"





Las últimas.






Hasta aquí traslado unas palabras de Miguel Mesa, a su paso por el puente Mocho rehabilitado, para dar rienda a sus sueños y a los de los pastores para que se prolongue, a través del tiempo, ese paso ancestral por este viaducto, porque nada ni nadie debe interrumpir la existencia de la trashumancia.

"Hoy atravesé el puente Mocho con lágrimas en los ojos, no por el cansancio si no porque la emoción me embargaba"





Acaba todo, todo pasa, pero todo llega...Luego, una fugaz despedida, tras las presentaciones, todos se irán tras el hato a Camporredondo, mientras, volveré a quedarme huérfana de sonidos y trataré de interrogar al paisanaje.





Observaré las ventanas que asisten o resisten.





Adelantando camino, el primer molino.
Un hombre solitario como yo, no me había percatado, mira hacia el río. Nos presentamos. Me dice que este molino es de origen romano.




Y este otro es árabe. 
Se le nota entusiasmo, una querencia por esta tierra inusitada.





Tras despedirnos emprenderé el escrutinio de cada rincón.




El molino mejor conservado.




Los recuerdos se diluyen si no los anotas a tiempo, quizás hubo una fábrica de luz.





El Guadalimar baja bravío, hipnotiza.




El camino que han dejado atrás, se queda vacío.





Estas piedras delimitan el trazado de la Vía Augusta. La que ahora siguen las ovejas.





No puedo evitar mirar hacia el río.







"...a lo vajo della, haçia el puniente, a media legua desta villa está un camino real mui público e pasajero que viene de los reinos de Balençia e Catalunia e ba para el Andaluçía e reino de Granada, y es paso neçesario para anbos los dichos reinos, en el qual dicho camino real ay dos ventas en el término desta dicha villa, la una es de Sancho Rodríguez de Sandoval Negrete, vezino desta villa. Está media legua della. Réntale en cada un año, según la declaraçión de su dueño, diez e siete mill maravedís. La otra venta se dize de las Porras, es de Sevastián de Vico, vezino desta villa, questá una legua della a la vía del Andaluçía..."






Eres el molino de Camarilla.




Me quedo en mi agazapada memoria con las palabras de Miguel, como la tierra se queda con las puertas en ruinas hasta envolverlas.
Pienso que podría haber contado esta concatenacion de sucesos de otra forma y sin embargo, a su vez, creo que son las fotografías las únicas que pueden hablar.
Mientras, regreso sobre mis pasos cientos de veces porque creo que algo se me ha pasado por alto.





"...es tapieria de tierra e yeso e piedra, y en particular cal e canto, como es en cimiento. E hallasen los dichos materiales de yeso, tierra, arena, cal e piedra muy dura, dentro en los mismos términos e juridiçión de la dicha villa, e muy çerca della, salvo la madera que se trae en carreteria de la Sierra de Sigura..."




No hay ecos de bullicio ni sombras de aparejos.





Te imagino horno.





Integrado en el paisaje, el lavadero.




"...en el río de Guadalimar ay dos molinos, el uno de dos piedras harineras y el otro de una piedra. Es el señor dellos Juan Rodriguez, que dizen molinero. Dan de renta estos molinos cada uno, sigún declaró su dueño, cien fanegas de trigo y quarenta fanegas de cevada. No ai otros molinos de vezinos de esta villa en la dicha rivera"

Relaciones topográficas de Felipe II.





Estructuras más modernas que transportan el agua.





De tí, río Guadalimar, también busco datos históricos: 

Provincia marítima de Segura II. Ríos y arroyos (1803).

"...nace en el sitio cuyo nombre es Padrón y Fuente del Tejo, en territorio de la ciudad de Alcaráz: sus aguas entran en el Guadalquivir a 13 millas al O. de Baeza, habiéndose juntado antes con las del Guadalen..."

Villarrodrigo. (Jaén) Doc. Historia.





Aquí, sin lugar a dudas, existieron una serie de infraestructuras con un punto en común, el agua.





Ya en dirección al puente, no me alejo más.





Una sola visita no sirve para desentrañar lo que hubo aquí.





Ventana del pequeño cortijo más cercano al puente.





Venta del Puente Mocho, también conocida como Cortijo de la Teja.





Restos.





Mi atalaya.





"...la villa de Chiclana tiene trezientos e çincuenta vezinos poco más o menos, y es también de la orden..."

(Chiclana al fondo)





Puede que otro horno. La Venta es de origen incierto.






"...En el dicho río de Guadalimar ay una puente antigua e principal. Está una legua desta villa"

Madoz hace también una descripción del puente, en el texto correspodiente a Beas de Segura escribe lo siguiente:

"...que se haya al oeste una legua de la población, en cuyo sitio tiene un puente bastante estropeado de cinco arcos de piedra de sillería de 200 pies de largo, 15 de ancho y 60 palmos de elevación, salvándolo muchas veces las aguas..."

En el apartado de Chiclana de Segura, los términos de ambos pueblos se juntan:

"...sobre el Guadalimar hay un puente de cantería, casi destruido, que pertenece por mitad a esta villa y a la de Beas: tiene 4 arcos, 75 varas de largo, 5 de ancho y siete de elevación desde el agua, que lo han cortado por medio y se pasa con trabajo, pero de ningún modo en las crecidas del río, pues por la cortadura se filtra mucha cubriendo las grandes riadas todo el puente..."





Sigo en la Venta.





Bajo a pasear por los muros que aún resisten.





Me alejo en un intento de buscar más estructuras. 
Pero, como un imán, vuelvo a nuestro protagonista de hoy.






Veamos lo que dice la página del ayuntamiento de Beas sobre ti:

"Antiguo puente de origen romano situado sobre el río Guadalimar con un peculiar trazado y vado central, cruce de caminos que junto a los restos de infraestructura viaria conservados a pocos metros de este muestran la importancia de esta parte de la red de comunicaciones romana que enlazaba el sur peninsular con la zona de Levante y la Meseta Central. La estructura es de grandes dimensiones y junto a los restos de antiguos molinos que hay en la zona constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura del agua en Beas de Segura. 






En el vado del Puente Mocho tuvo lugar un curioso hecho cuando la comitiva encabezada por la Santa Madre decidió cruzar el vado de este caudaloso río antes de llegar a Beas. En el libro escrito sobre la reforma de los Descalzos por el Padre Francisco de Santa María a mediados del siglo XVII se narra el episodio:
"Antes de llegar a Veas sucedió otra maravilla, que la Venerable Madre Ana de Jesús depuso en las informaciones para la canonización de nuestra Santa. Era fuerça pasar el rio Guadalimar, i apearse las Monjas para pasar el vado en cabalgaduras, para lo qual de una alquerias las llevaban de repuesto, porque en el carro no era posible. Pero apenas llegado a la lengua de agua, cuando sin advertir como, se hallaron de la otra parte; de que unos i otros quedaron admirados alabando al Señor que por los merecimientos de su Sierva les hacia puentes invisibles. Estas maravillas que luego se començaron a divulgar entre los Cavalleros i gente rica, que con galas i regocijos avia salido de Veas a recibir las Religiosas, causaron tanta admiración, que se tuvieron por dichosos; i derramandose  por el pueblo la voz, las aclamaron por Santas"







Sigamos indagando:

"Tiene una longitud de 100 metros y presenta algunas singularidades que lo hacen "casi único". López Molina ha señalado que "es un enigma el por qué tiene una desviación en el centro: se apunta a que en realidad sean dos puentes, siendo el más antiguo el tramo de la orilla de Beas-la orilla izquierda mirando aguas bajo-, aunque no hay certeza al respecto"
El puente cuenta, además, con un pequeño vado a la altura de esta curva anteriormente mencionada. "Parece ser que es simplemente un sistema de seguridad para que el agua salte por encima en momentos de riadas, las cuales no son infrecuentes. De hecho, los arcos de la parte de Beas ocupan un cauce secundario que se llena de agua cuando hay una crecida..."

Periódico Ideal. 
20 de febrero del 2011







"...y este río de Guadalimar es que nunca se a visto seco, y algunos ynviernos viene muy caudaloso y da muy grandes riadas con las lluvias por ser la tierra muy quebrada"

Madoz.





Piensen que no era solo un puente; alrededor, los molinos, romanos o árabes.





"...En el río de Guadalimar peces que se llaman barvos, bogas, picones y algunas anguillas..."

Relaciones topográficas de Felipe II.





Te das cuenta, amigo mío, que no es igual mirar hacia delante que mirar hacia atrás. 





Este "viaje" que hice aquella mañana y que ha traspasado el tiempo, fue una especie de "relampagueo" visual y motriz por las orillas de este río que me causó una enorme sensación, lo recordaba, aleatoriamente en sus inicios, y sin embargo aquí era feroz, bravío, más con presencia de mar, es así como lo vemos quienes estamos acostumbrados a admirar simplemente charcos. Creo que di mil vueltas para atrapar cientos de imágenes que depositaran en mi memoria lo que había contemplado, como si rellenar huecos encumbrara la nostalgia hasta cimas insospechadas y es así que ahora, tras años pasados, creo volver a ver figurar en este puente las ovejas y sus pastores, los careas...creo oír el río, contemplar sus molinos, seguir la vía por la que a buen paso se marchó todo el cortejo para una y otra vez retomar el ciclo.





Así fue que pasé por este puente que a punto estuvo de desaparecer y que gracias a los que consiguieron que lo estabilizaran, unos y otros, podrán seguir rellenando las huellas del pasado. Intentando ser pastores, viajeros, soñadores de caminos históricos...




Y ahora que el protagonismo lo retoma el río. Madoz cierra la página del ir y venir de las aguas.

"Río que nace en la provincia de Albacete, partido judicial de Alcaraz. En el término jurisd. deVillaverde, tienen su nacimiento dos arroyos denominados, Tejo y Saz el primero tiene su origen en un tejo y corre cerca de una leg. de E. á S. y el segundo se forma de una fuente llamada del Campillo, llevando su dirección de N. á E. en su marcha como de 5/4 de leg. ambos arroyos pasan próximos á la v. y á dist. de 300 pasos de ella se unen; dentro de la misma jurisdicción se les incorpora el arroyo Puerta y el Carrascosa, que nace al pie de la famosa peña del Cambrion, una de las mas altas de la sierra de Segura y corre como 3/4 de leg. hasta reunirse al río que describimos comenzando aquí a denominarse ya Guadalimar..."


DE MAPAS...










Obsérvese el puente, a la izquierda la Venta y el pequeño cortijo a la orilla del río.













Me despido con cierta desazón porque perdí imágenes, las del molino cercano al puente, al que me costó llegar y visitar pero, pienso y quiero creer que los caminos seguirán abiertos, siempre abiertos para cuando los retome.




2 de diciembre del 2018.


A Miguel y Amalia.


6 comentarios:

  1. Recuerdo cuando me contaste este viaje, ya sabía de la pasión de Miguel por el pastoreo e hizo que admirase más a este hombre neorrenacentista.

    Gracias por rescatar del olvido y compartir una azaña así. A la vez me has traído una mezcla de olores y sonidos de nuestro entorno.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De alguna manera Miguel "removió" la trashumancia, digamos que hizo todo lo posible para que muchos la conociéramos, sus andanzas como "aprendiz de pastor" saltó a los periódicos, es solo un ejemplo. Ese día me conmovió todo lo que vi, nunca lo olvidaré.
      Gracias, un abrazo.

      Eliminar
  2. Emotiva entrada rescatada de nuestro amigo Miguel, digo rescatada por el día que en Torre de Juan abad tanto disfrutamos con él. explicándolo todo de esa trashumancia, felicidades por ahora recordandola a tu manera con esa chispa que le pones que tanto nos gusta un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Lo que aprendimos y disfrutamos aquel día! No lo olvidaremos. Gracias, un abrazo.

      Eliminar
    2. Estimada amiga Rosa, tenía que haber contestado antes a todo lo que dices de mí en tu publicación sobre el puente Mocho y sus aledaños, al paso de la verea del 2018, pero no lo he podido hacer, por no saber que decir… y sigo igual que cuando lo leí, lo que hago extensivo a Antonio y a Francis pidiéndoles perdón. Simplemente gracias por vuestros inmerecidos elogios y resaltar que los verdaderos artífices de toda esta historia son los pastores trashumantes y sus familias, en especial mis amigos Los Carlillos de los que he aprendido mucho. Un abrazo. Miguel Mesa.

      Eliminar
    3. Al fin y al cabo tu eres pastor, escritor, ingeniero, amigo...Ellos son los artífices y ellos te enseñaron. Pero fuiste tú el que dio el primer paso, ese acercamiento a la esencia de la trashumancia y eso solo se podía conseguir haciendo la verea. Gracias por estar ahí, amigo. Un abrazo.

      Eliminar