domingo, 5 de abril de 2020

¿SEGUIRÁ SIENDO PRIMAVERA EN EL NAVALESPINO? SIERRA DE SEGURA. JAÉN.



El 6 de marzo cumplió mi blog 4 años, y pensé que debería felicitarle por seguir ahí, con sus rutas, con sus pueblos, con sus poemas...Y pensé que la mejor manera de hacerlo sería retornando a Prado de Juan Ruiz, la cabecera del blog, y la primera entrada que hice. Porque hubo un tiempo, que ahora me parece muy lejano, en el que solo me interesaba ir hasta allá, por razones obvias si ustedes conocen esta zona del Parque. En mi caso se trataba de retornar a esos Huecos de Bañares que tanto me habían hechizado. Y como quiere la cosa, decidí para homenajear al blog el buscarle una entrada que fuese un camino común, porque si sigues adelante llegas a Prado y si te desvías a la derecha asciendes al Navalespino. ¿Y qué tiene esta montaña en particular? Cientos de toneladas de cariño, sí, porque si se pudiera medir el cariño, no cabría en ningún edificio el peso sentimental que tiene esta bellísima montaña o calar. Porque fue la última que ascendí, porque la que escribe es de Jaén, porque mis caminos siempre se dirigían hacia esas cortijadas que enjalbergan los paisajes de esta maravillosa sierra y porque transcurridos los años sigo pensando que no hay lugar en el mundo más maravilloso. 
Así que os dejo con la primavera en la sierra, porque aquel día me planteé fotografiar como siempre aquello que me lo pidiera y por aquel entonces las flores seguían tomando la palabra. Disculpen que algunas imágenes no tengan buena calidad, serán sustituidas en su tiempo, ahora solo pretendo dejar constancia de las que encontré en mi camino.
No voy a citar nombres por ahora, quiero dejar los huecos, nunca mejor dicho, para ir buscando cada nomenclatura, sí que a veces intercalaré paisaje, esas montañas que son las que señalarán a qué distancia me encuentro del largo recorrido.
Me ha costado sacar adelante esta empresa porque me duele y mucho, no haber podido seguir con aquel sueño que perseguía de subir a cada cumbre de mi querida tierra.
Nada comparable a estos momentos que vivimos en los que es muy necesario mantener los sueños y la esperanza y contribuir a encauzarlos.
Porque a la primavera le resta aún mucho tiempo y podremos llegar a contemplarla antes de que quede difuminada por el verano. Ya verán.



Son las 8,31 h. cuando aparco en ese apeadero natural tan cercano al cortijo de Navalespino, por delante, muchas horas, muchas flores. Mi favorita, siempre, la peonía.


















Abundancia y solera en los portes de estos arces granatenses.






















El calar del Navalperal se alza a 1618 m.





































































Aquella mañana no corría aire apenas y fue por ello y porque quizás presentía que nunca más volvería, que decidí adentrarme en este sendero y espiar las nubes que cercenaban los montes.










Y aquí me senté a solas con la nostalgia que empezaba a cosquillear, a alumbrar la mecha de las emociones.
Si existiese la posibilidad de reencarnarnos, elegiría ser un ave, no me cabe la menor duda. Quizás un petirrojo.


















A las 9,40 me encuentro con el desvío.
























Cortijo de Juan Juárez.




Cortijo de la Viuda.









Fuente del cortijo de la Viuda.






























SENDERO NAVA DEL ESPINO. PR-A 178.
"Longitud: 5,9 km. Duración: 2 horas. Dificultad: Media.
"Estamos en uno de los senderos de acceso controlado del parque natural. Estos senderos nos ofrecen la posibilidad de conocer algunos de los ecosistemas mejor conservados de Andalucía. Nos encontramos por tanto en un entorno sensible en el que debemos ser especialmente cuidadosos para no alterar el medio natural.
Esta ruta aúna la magnificencia de los paisajes que podemos visitar desde la cima del Calar, el punto más alto en nuestro trayecto, y vegetación singular que podemos apreciar a lo largo del camino, destacando varios ejemplares de tejo, avellano y arce granatense.
Comenzaremos a caminar por una pista en buenas condiciones que, a pesar de ser ascendente, presenta un firme adecuado para la práctica del senderismo. Diversos jorros y carriles partirán a modo de capilares de nuestro camino principal, si bien, ignoraremos estos desvíos continuando siempre recto..."
Tus letras impresas serán las que me acompañen en este recorrido.
















































Son las 10,48.
"...Esta ruta tiene un tramo circular, al que llegaremos un poco antes de alcanzar la "Fuente de la Hoya del Trigo"..."








































"...La "Fuente de la Hoya del Trigo", único punto de agua del camino, en el que podremos refrescarnos. Esta fuente, era aprovechada como abrevadero para el ganado, ya que consta de una serie de tornajos para que las reses silvestres no pasen sed en los meses más secos del verano. 






En estos tornajos numerosos renacuajos de diferentes especies de anfibios nadan libremente y encuentran un ecosistema adecuado para su desarrollo. Entre estos anfibios destaca el sapo partero bético, incluido en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas..."

















































"...Ascenderemos a la parte más alta del sendero, el calar, desde donde las vistas nos sorprenderán ya que se observa gran parte de la Sierra de Segura e incluso nuestra mirada puede sobrepasar las fronteras de Andalucía, divisando el albaceteño Calar del Mundo..."




























A las doce alcanzamos, mi paraguas y yo, el vértice geodésico.




















Aquí dejo constancia del libro-panel.
Soy torpe, tremendamente torpe en ponerles cada nombre a su montaña.
















































A las 12,53 tocaba estudiar a fondo, otro panel, las montañas del horizonte infinito.



























"...En el descenso hacia nuestro punto de inicio tendremos ocasión de contemplar pequeñas oquedades en la piedra caliza a modo de diminutas cuevas, donde destaca una vegetación rupícula única"












Aquí añado que este sendero perfectamente señalizado no tiene pérdida, pero una siente debilidad por las cuevas y puede que sea esa circunstancia, por perderme y reencontrar los caminos, una forma distinta de intentar alargar el tiempo donde me siento plenamente feliz. Es decir, que me despisté por esta zona y tardé en encontrar las señales.


























































































Cuando me reencontré de nuevo con vosotros tomé la elección de no regresar aún, así que me fui hacia la izquierda. Eran las 14,43.









A ti te conozco bien, desde aquí te disuelves entre praderas y montes, eres el cortijo de la Cuesta del Majano





































El tiempo ya estaba lo suficientemente apurado, así que a las 15,42 tocaba regresar, aún cabían en mis zapatillas más pasos.






Te dejo en tu hueco porque quizás pueda reemplazarte por una mejor imagen, solo preciso recordar dónde te vi.



Te dejo como final aunque no lo fueses, por esa debilidad que siento por ti, Castellón.
A las 17,18 llegaría al coche, por delante algo más de una hora para llegar a casa.

Junio 2018.

A todos los que luchan día a día y sin descanso por mantener la vida y la esperanza. Gracias.


10 comentarios:

  1. Espectacular Rosa,como tú dices a todos lo que luchan día día sin descanso, pues yo te digo gracias por ponernos estas entradas tan bonitas, que esperamos cada día y no pierdas nunca la esperanza, ni la ilusión con que las haces,gracias a ti,un abrazo.

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    1. Es espectacular la montaña, la primavera y lo que tantas personas están haciendo por frenar la pandemia. La primavera y la esperanza siguen. Muchas gracias, un abrazo.

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    2. Rosa, logras unir la belleza sencilla amontonada en los pétalos de las flores con la grandeza de esos parajes tan cercanos al cielo. Echo de menos más palabras tuyas entre las fotografías. Gracias por este regalo que pronto podremos volver a disfrutar.

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    3. Cuando las imágenes hablan por sí solas prefiero no interrumpir ese diálogo que mantiene la naturaleza con sus elementos, además, no estaría jamás a su altura.Gracias por tu comentario.

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  2. Gran idea la tuya la de celebrar el aniversario de tu blog volviendo a los orígenes, que no pueden ser más bellos. La Sierra de Segura en Jaén y en concreto Navalespino, este camino por el que nos has guiado son un referente increíble de las magníficas estampas que este lugar nos ofrece en primavera. Las flores (¡que gran diversidad!), las fuentes y las montañas nos rodean impasibles ante su misma belleza. Nosotros, las admiramos, nos quitamos el sombrero ante estos increíbles parajes en donde la primavera se esparce en todo su esplendor. Muy bonitas las fotografías que nos dan un adelanto de la primavera, que no llegará del todo hasta que no pase la crisis que nos azota. Un fuerte abrazo!!

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    1. La primavera sigue su curso, nosotros estamos a la espera del toque de salida, estoy segura que llegaremos a tiempo. Gracias.

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  3. En estos días de confinamiento, esta entrada ha sido mi ventana a la montaña y la primavera. Espectacular ruta para disfrutar en soledad, fundiéndose con la naturaleza y el paisaje infinito que nos rodea. Paisajes inolvidables.
    Gracias Rosa.

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    1. En dos ocasiones he subido esta montaña. La primera vez me acompañaba mi hijo y una tormenta nos hizo descender sin haber terminado el recorrido. Pero en junio, dos o tres años después, ascendí sabiendo que no era el día más indicado, pensaba que me sorprendería pronto la lluvia, algo que sucedió casi al final. Esos son los recuerdos superfluos que se quedan en nuestra memoria, el resto, lo esencial, lo capta la cámara, lo vive quien lo camina, y te deja una huella indeleble que nada podrá ya borrar. Gracias por su comentario.

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    1. No llegué a tiempo, acabó la primavera y la frontera impuesta por el virus no permitió que tantos sueños, de tantas gentes, se cumplieran. En fin, otra vez será, o en otra vida. Gracias por dejar su comentario en varias entradas, cuídese.

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