domingo, 15 de octubre de 2023

LOS COLORES DE CEPEDA (SALAMANCA)

 



"La tierra ofrece lo suficiente como para satisfacer lo que cada hombre necesita, pero no para lo que cada hombre codicia"

Gandhi.





Por fin llueve, desde las 6 de la mañana, la hora a la que acostumbro a levantarme. Llueve como "con miedo" dirían algunos, pero nos hemos ido haciendo a recibir con alegría lo poco que se nos da.

Y es por ello que hago un vuelo visual-mnemotécnico sobre los majoletos que ayer tarde estaban en las últimas o sobre las olivas y sus arrugadas aceitunas, sobre los campos que harán unas semanas seguían siendo "sembrados" por la impunidad de los "vuelos comerciales" que según qué condiciones atmosféricas lanzan o no estelas. Un tema recurrente en las poblaciones donde se ve mermada a grandes pasos la capacidad de la agricultura y ganadería. Y mientras tanto nos hablan de despoblación y de "cambio climático" Ayer de nuevo oí pájaros que revoloteaban sobre los "rescoldos" de las higueras. Pájaros, como el mirlo, que no han acudido a picotear los higos este verano. ¿Dónde estarán estas aves y tantas otras que ya no vemos?

Hoy me perdonarán que aproveche la entrada con tanto que me indigna, porque la desazón quema por dentro y arrasa con lo que cuidamos, con lo que tratamos de mantener. Si seguimos hablando del "cambio climático" no he encontrado ninguna referencia al continuo daño, a la cuantiosa herida (en todos los sentidos) que representa una guerra, los bombardeos hieren nuestro planeta, ¿no les parece? ¿Tanto cuesta sentarse mil veces a conseguir la Paz.

Y en un contexto a menor escala y con cierta similitud que funde desvelos y esperanzas, aparece este Cepeda, con un proyecto que aúna fuerzas, voluntades, un consorcio de mejora y un logro con efectos visuales que motiva al visitante. 

Pueblos como La Alberca o Mogarraz que nos abruman, no tienen mayor encanto, para mí, que el pequeño Cepeda.

El paseo de hoy entre los entramados de sus típicas viviendas va más allá y se adentra en el intenso y original colorido, común a otros pueblos, pero que aquí llega hasta unos límites precisos, es un pueblo que parece abrazarte desde el principio y como tantos otros, te pide que te quedes.

Cepeda representa en cierta manera ese lugar en el mundo donde quisieras vivir, el agua que sigue manando de sus fuentes, los entresijos de sus callejas, la arquitectura serrana acorde, la amabilidad de sus gentes y ese dato que aquí se demuestra de que el hecho de colaborar entre ellos puede transformar un pueblo, ante todo darle una propia identidad basada en su pasado y demostrar al visitante que un pueblo va más allá de lo que vemos, es también lo que sentimos y admiramos.

Con algo más de 300 habitantes pertenece a la Sierra de Francia.

Conozcámoslo.



Lo primero que encontramos es el indicador, claramente adornado como preámbulo de lo que hallaremos más tarde, de dos rutas.



El arte en las plazas, luego en las calles.




Cepeda es la única localidad de Salamanca incluida en Pueblos mágicos de España.



Más rutas:

"Sendero micológico: Cepeda-Madroñal-Herguijuela de la Sierra"(a la izquierda)

La cartela de la derecha viene a explicarnos qué tiene Cepeda:

"En el mismo corazón de la Sierra de Francia, coqueta a las miradas desde el excepcional Mirador de la Corona, se levanta esta localidad que atesora recuerdos ocultos de antiguas civilizaciones, cruzada por las aguas cristalinas del arroyo de San Pedro del Coso, con sus molinos y alisedas.

Pero Cepeda es también lugar de convivencia y abolengo. La Casa de los Judíos, la estrechez de sus calles, su entramado laberíntico manchado de color, luces y sombras o sus dinteles inscritos nos hablan de los judíos de Cepeda. De los antiguos árabes hereda el recogimiento, la vida hacia dentro de la casba. Del cristianismo las innumerables cruces, sus cinco ermitas, la Casa de la Inquisición de 1792, el Hospital de Peregrinos o su imponente iglesia del siglo XVII.

La tradición y la artesanía se conjugan de forma excepcional en sus vinos criados al sol de la Sierra, "de cumbres allá", que se pisaban en las lagaretas de piedra y reposaban en las cubas de madera en oscuras y silenciosas bodegas"



"La feria de San Marcos en los siglos XVI y XVII fue después de la de Medina del Campo la más importante de la región.

Venían gentes de Portugal, Extremadura y norte de España..."



Lo que ven los niños.



Tienda.



Detalle.







Plaza Mayor con su enorme moral.




Balconadas con plantas, que más adelante veremos adscritas a viviendas.




Dejémonos llevar por el laberinto de sus calles.


















En esta esquina leemos dos carteles, tres rutas, todas hacia la izquierda:
"Ruta de las eras de trilla y Mirador de la Corona"
"La senda de los mil colores"




La primera de las fuentes que iremos descubriendo, todas ellas manando.





























Plazoleta.










Entramos al Parque del Concejo.




"El concejo de Cepeda.
El "Concejo" además de un lugar de Cepeda, es un proyecto de creación compartida, mediante el cual se han realizado, de forma conjunta y voluntaria, trabajos plásticos, de limpieza, de jardinería y de arquitectura, entre un grupo de habitantes del pueblo, que junto con otros foráneos han conseguido recuperar este lugar.
Esta actividad se enmarca dentro del Proyecto "Trenzando diversidad" promovido por la ASAM (Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña) en un intento de probar soluciones a pequeña escala en la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, mediante un proceso de participación ciudadana para embellecer espacios degradados dentro de los cascos urbanos de nuestros pueblos.
Este es un proyecto que junto a otras localidades, forman la "Red de Pueblos con Arte" donde se desarrollan encuentros, actividades de expresión musical, teatral, plástica, etc...siendo la participación y la creación compartida el elemento clave para su continuidad..."













A la derecha:
"Intromisión" del artista colombiano Antonio Turriago. 
Donada a la  "Red de Pueblos con Arte"
Diciembre 2012.







En este mágico enclave nos encontraremos con anotaciones acerca de su pasado como concejo y sobre su historia y transformación:

"El Concejo de Cepeda:
Había una vez, allá por los años de 1.600, un hermoso pueblo que estaba situado en lo alto de una colina y rodeado por montañas más altas, cubiertas de una variada vegetación: madroños, acebos, robles, castaños, sauces, zahoces...Por sus valles corrían regatos, arroyos, ríos...que ofrecían generosamente su agua, con la que calmaban la sed personas y animales. Todos los vecinos disponían de una porción de terreno que le regalaba ricos frutos cada temporada. Unos a otros se ayudaban en las tareas del campo y trucaban lo sobrante de sus cosechas, de manera que no le faltara a nadie de nada.
Vivían a gusto en aquel pueblo, pero ¡ay! una cosa había que no entendían: ¿Por qué el señor feudal del pueblo vecino, que residía en un castillo, tenía que disponer de parte de su vida y de sus bienes?
Y hablando, hablando...cuando se reunían en El Concejo, que era un lugar de todos donde se dialogaba y se llegaba a las decisiones que el pueblo necesitaba para funcionar mejor, se dieron cuenta de que les faltaba libertad y autonomía y que tenían que pedir la independencia del pueblo vecino.
Y se pusieron manos a la obra. Reunidos otro día en ese mismo lugar Juan Ahumado y Antonio Ahumado, alcaldes de esa localidad; Bartolomé Gómez y Pedro Sánchez de la Fuente, regidores; Francisco Sánchez Medina, procurador y otros muchos más, vecinos de la localidad, comenzaron las gestiones y no pararon hasta que consiguieron que su pueblo fuera Villa independiente.
Eso fue el 30 de julio de 1640. Y siguieron reuniéndose en el Concejo y utilizando la parte de abajo del mismo edificio para los servicios de Carnicería; y ayudándose; y compartiendo...
Pero los humanos somos limitados y la historia, a veces, parece que va hacia atrás; y este pueblo empezó a decrecer y se dejaron de cultivar algunos valores que antaño eran fundamentales. Ya no había trueque, ni serranos, ni reuniones del Concejo, ni trabajos del Concejo...Las puertas estaban más cerradas, las fincas se iban cercando, no se llegaba a un acuerdo para el uso del agua en los huertos, los ríos ya no corrían cristalinos, el monte estaba lleno de maleza, el lugar de El Concejo estaba sucio y descuidado...




Y otra vez un grupo de vecinos y vecinas se plantearon que había que hacer algo. Y pensando, pensando...decidieron que se podía recuperar el lugar de El Concejo para que la gente pudiera volver a reunirse allí a dialogar, disfrutar, organizar alguna fiesta...
Pero, ¿qué hacer? ¿Por dónde empezar? Estaban perdidos; mas de repente, sin esperarlo, aparecieron unos hombres buenos que les dijeron:
-"Nosotros podemos ayudaros, si vosotros colaboráis"
Y se comenzó la obra, y se fue uniendo gente: los del lugar, los que habían venido de fuera para quedarse en este hermoso pueblo, los que estaban de paso y echaban la mano unos días, los mayores, los adultos, los adolescentes, los niños...¡Ah! Y la abuela Fili, que no faltó ni un día.
Todos y todas eran bien recibidos. Entre todos y todas se recuperaba un lugar para TODOS Y TODAS.
En él se quería que no faltara, de alguna manera, la vestidura de nuestros montes con su rico colorido de cada época; y ahí está en el árbol que guarda y orna la entrada, en los arbustos esparcidos por el lugar: el ojillao, el madroño, la espinera...Que no faltaran los símbolos tradicionales de la zona; y ahí están en los dibujos del bordado serrano, como frutos del árbol que arraiga en nuestra tierra. Que no faltaran las palabras utilizadas a lo largo de la historia tantas veces en éste y en otros lugares del pueblo. Que tampoco faltaran las nuevas palabras y expresiones que los jóvenes crean, acabamos usando todos y llegarán a formar parte de la historia; y ahí están todas repartidas por este espacio, como palabras al viento que desean ser cogidas para que las utilicemos y con ellas nos expresemos desde lo más profundo de nuestro ser.
Y, sobre todo, que no faltaran los buenos sentimientos de nuestros corazones y el buen hacer de nuestras manos; y ahí están en el fruto de este trabajo de meses que ofrecemos al pueblo para la utilización y el disfrute de todos y todas.

Estáis en vuestro lugar, en vuestra casa, en vuestro Concejo.
¡AMADLO, CUIDADLO, DISFRUTADLO! Ese es nuestro deseo"





"Tratado firmado en el Concejo de Cepeda"







Palabras del pueblo:
Recencio, zaumerio, coruja.





















Otra fuente.




No es la primera vez que veo una torre exenta de su iglesia. Es del siglo XVII.


















Crucero, al fondo, la Casa del Solano (siglo XVII)




"Que el camino que escojas te lleve siempre a la felicidad"




Iglesia parroquial de San Bartolomé (siglo XVII)
















Si visitáis los pueblos de la Sierra de Francia observaréis la diversidad de estos dibujos que decoran fachadas. 










"Paseo de las palabras perdidas"
Aneblao, haguarza, acolombrar...













Palabras en un espejo.



















La Casa de la Inquisición. Año 1792.







Concluyo el paseo por Cepeda con la imagen de este gato. No solo me servirá para el recuerdo, también para mencionar la cantidad de estos  preciosos animales que he ido viendo en calles, siempre tomando el sol, acercándose, solícitos, para ser acariciados, integrados en su pueblo, como uno más. Forman parte del "entramaje" de cada historia que conforma la vida de estas poblaciones y de tantas otras. Y lo traigo a colación porque ¿hacía falta una ley del bienestar animal tan ...?
¿Acaso no hay asuntos más prioritarios? Los suicidios, la gente que duerme en la calle...En los años, y son muchos, que llevo viviendo en pueblos jamás he visto un maltrato animal. Señores y señoras que hacen estas leyes, ¿cuando pasean por las calles de su ciudad no miran a quien pide para comer, a quien envuelto en trapos se refugia...?No, claro, van en coche, se me olvidaba. 
No solo priorizar temas, también hay que consultar con quienes de verdad saben. No manejar los "hilos del mundo de los demás" desde despachos, salgan a la calle, hablen con la gente, intenten integrarse.
Creo que esta entrada, este Cepeda, sirva para demostrar que la colaboración  y el buen entendimiento son los motores que deben mover nuestras vidas.


Octubre 2023.


10 comentarios:

  1. Como dices al principio, deberían reunirse las veces necesarias hasta conseguir un acuerdo en vez de fracasar más allá de como personas. Gracias por ponernos un ejemplo de colaboración. Un abrazo.

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    1. Lo has expresado a la perfección. Gracias, un abrazo.

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  2. Hermoso lugar con iniciativas que pueden inspirar a otros pueblos a buscar su esencia. Gracias por difundirlo

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    1. Debemos agradécerselo a los habitantes de Cepeda, ellos son los artífices. Gracias.

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  3. Genial, poético, didáctico y reivindicativo. Un saludo.

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    1. Por encima de todo, reivindicativo. Gracias.

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  4. Amiga Rosa en primer lugar felicitarte por este magnífico reportaje que has hecho de Cepeda, pateándote sus calles y tramitándonos los que has visto. Yo, no obstante, me quedo con tu epitafio final ¡Qué razón llevas! Una gran mayoría de políticos, una vez que se sienta en sus despachos y ven lo bien que se está, les cambian el chip y ``donde dije digo, digo Diego´´, y eso es lo que hay. Un abrazo y enhorabuena.

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    1. Gracias por tu forma de ser, por tu amistad y porque dices lo que piensas. Un abrazo.

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  5. Como decía Farina Salamanca tierra mía qué pueblo más bonito Cepeda, impresionante el colorido y los recuerdos antiguos puestos como una exposición, qué bonito esas familias unidas dentro y fuera del pueblo para volverlo a formar, qué verdad, nos has dado en esta entrada una buena lección sobre todo para reflexionar?
    Estas últimas palabras me has reblandecido el corazón muchísimas gracias, cada día te superas más un fuerte abrazo y que nos sirva de ejemplo.

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    1. Gracias Paqui. En Cepeda no solo hay un ejemplo a seguir, hay unión y acuerdo, eso es maravilloso. Un abrazo.

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